Los Registros Akáshicos son la energía luminosa en la que reside la autoconciencia universal. Como tal contiene los tres principales componentes de la misma: la mente, el corazón y la voluntad.
Cuántas veces hemos querido tener una respuesta a nuestras dudas e incertidumbres, o quizás un consejo amigo y seguro, o comprender porque se repiten patrones y/o situaciones a lo largo de nuestra vida y como romper con ellos. Esto lo podemos lograr mediante la práctica de la lectura de Registros Akáshicos.
Para empezar a situarnos tendríamos que definir que es el Akasha, está palabra que viene del sánscrito significa «sustancia primaria» de la cual todas las cosas han sido formadas. Es una sustancia tan ligera y sensible que la más mínima vibración que tenga lugar en cualquier parte del Universo queda registrada en ella. Estamos ante la energía en estado más primitivo. Esta energía es una cualidad de la Luz tanto en un sentido físico como espiritual. De esta gran masa energética se desprende una chispa de luz por cada ser humano que elige descender al plano físico con una misión específica. Desde la perspectiva de los Registros Akáshicos, todas las almas son eternas. Una encarnación humana es una manifestación específica del diseño perfecto del alma. Con cada experiencia humana se pretende convertir en físico el yo perfecto que ya existe en el Akasha a nivel del alma. Pero para esto hace falta mucho tiempo, por lo tanto muchas vidas.
Derivado de este término sánscrito de «akasha» se emplea la expresión Registros Akáshicos, aunque esta expresión podemos encontrarlo en numerosos textos sagrados desde la Biblia judía hasta El Evangelio de Acuario de Jesús el Cristo, entre otros muchos. Tanto en las tradiciones orientales como en las occidentales, han existido escuelas que han tenido el conocimiento y el acceso a estos archivos de vida. Los Registros Akáshicos son la energía luminosa en la que reside la autoconciencia universal.
Como tal contiene los tres principales componentes de la misma: la mente, el corazón y la voluntad. De manera más sencilla podemos definirlo como un archivo en el que quedan registradas todas las experiencias del alma: pasado-presente y futuro. Podríamos definirlo como un libro de viaje o cuaderno de Bitácora en el que se reflejan las diferentes circunstancias que tiene que afrontar nuestra alma desde el comienzo de su existencia hasta su destino final.
De manera más sencilla, cuando accedemos a los registros de una persona podemos obtener información de su pasado, presente y futuribles; es decir, opciones futuras para el desarrollo de su alma en donde la persona tendrá capacidad de elegir a no ser que sean hechos o circunstancias marcadas. En este caso, el futuro no podrá ser cambiado sino que será, pero si podrá ser cambiada la manera en que la persona se mueve por esa circunstancia. A lo largo de nuestras diferentes vidas, nuestras almas van experimentando las virtudes de la espiritualidad sobre lo físico, dominando poco a poco la materia. Todos estos ir y venir de nuestras diferentes vidas quedan grabados en los Registros Akáshicos o «Libro de la vida» otra denominación que se les da.
Por razones de supervivencia, cada vez que iniciamos una nueva vida se borra de nuestra memoria aquellos recuerdos vividos con anterioridad. Sin embargo, para que no se pierda este aprendizaje se guarda muy celosamente en los Registros.
Los Registros están custodiados por un grupo de Seres de Luz no físicos llamados los Señores de los Registros. Estos Seres determinan quién puede acceder a ellos y que información puede recibir quien accede. Los Señores de los Registros se valen de nuestros Maestros, Guías y Seres Queridos para «descargar» la información y conectarse con el mundo físico, es decir con los lectores de Registros. Aunque los Señores de los Registros y los Guías Akáshicos son seres no físicos, algunos de los Maestros y todos los Seres Queridos han tenido una existencia física en la Tierra.
Uno de los beneficios de acceder a los Registros es que como Cuerpo de Luz, nos «nutrimos» e «iluminamos» cuando trabajamos con ellos. Los efectos de la Luz se hacen evidentes en nuestros pensamientos y experimentamos paz y bienestar. Obteniendo la información necesaria para evolucionar de acuerdo al Plan Divino elegido por nosotros mismos antes de encarnar. En una lectura la información de vidas pasadas puede o no ser relevante, lo que generalmente es valioso es el guía que se recibe para ayudarnos a elaborar y trabajar los patrones que están presentes en esta vida, las oportunidades para crecer, como también la dirección a tomar. Es también importante señalar el «efecto dominó» que toda sanación y/o crecimiento espiritual tiene, esto quiere decir que como una vida influye en otra, la sanación se ve reflejada en los seres de tu alrededor.
El acceso a los Registros se realiza mediante una oración sagrada y los datos personales de la persona. La consulta se desarrolla con preguntas y respuestas que pueden ir desde lo más material a lo más espiritual. Las respuestas que el consultante recibirá son siempre de acuerdo al nivel de apertura que su personalidad le permita. En algunos casos las respuestas podrán contener información con referencias a vidas pasadas que sea relevante para comprender una situación presente: una fobia, una situación que se repite, una relación, etc.
En mi experiencia, los consultantes reciben en numerosas ocasiones respuesta antes de hacer sus preguntas. A pesar de esto, yo siempre aconsejo antes de una sesión que la persona haga una lista con las preguntas o temas que le preocupan.
Las sesiones que yo realizo suelen tener una hora de duración aunque en ocasiones se alarga por la información requerida. En ningún caso, debe mantenerse más de dos horas una sesión pues la carga energética puede ser demasiado fuerte.
Durante siglos, el acceso a los Registros era de dominio exclusivo para místicos, eruditos, sabios espirituales y santos. El poder de los Registros no se pueden dejar en manos de cualquiera por eso para leer los Registros Akáshicos se necesita una intensa preparación espiritual y mucha responsabilidad.
Una lectura de los Registros Akáshicos puede movilizarnos profundamente, ayudándonos a tomar resoluciones que cambien nuestro desarrollo personal y espiritual. Por ello cuando se realiza una lectura en profundidad se recomienda que la persona se tome un tiempo hasta poder comprender e integrar la información recibida. Y cada persona tiene su tiempo, en mi consulta he podido observar diferentes tiempos de entendimiento y comprensión de la información dada desde semanas hasta meses. Lo que sí es cierto es que no se recibe ninguna información que la persona no esté preparada o no tenga las herramientas necesarias para poder comprender. Es importante recordar que los Señores de los Registros proporcionan la información necesaria y adecuada a cada ser