Te das cuenta que tras estar algún tiempo, en presencia de otra persona, te sientes deprimido, falto de tu individualidad y hasta sientes que tus energías se han agotado. Es posible que estés ante una persona dañina
Se te suelen dar situaciones donde otras personas solo se fijan en los errores que cometes, recreándose en tus problemas, enfermedades o síntomas desagradables, al tiempo que se centran en comentar sus propias experiencias dolorosas o de sucesos graves, elevando así la negatividad y haciéndote sentir en malestar. ¿Para qué permanecer en situación así?.
Son diversas las ocasiones en que se tienen vacíos o carencias, que se externalizan y son captadas por personas dañina, las cuales tratan de meterse en ese espacio, como amigo, amante, o lo que sea, con tal que esa persona falta, en ese momento, termine dependiendo completamente de ella, usando frecuentemente el chantaje emocional como su forma de comportarse.
Haciendo uso de las emociones, los sentimientos negativos y/o las necesidades que se tienen, se consigue manipular, consiguiendo con ello que las demás personas hagan lo que quiere la persona dañina, llegando a situaciones en que forjan problemas para luego ser esas personas dañinas quienes den la solución.
Conviene diferenciar a la persona dañina de la que tiene un conducta anti social, ya que, aunque la conducta de esta sea dañina, tiene comportamientos que van más contra las normas de la sociedad, aunque normalmente no suele hacer uso del chantaje emocional ni dañar directamente, dándole igual lo que piensen los demás, mientras que a la dañina le importa lo que piensen de ella, pues quiere estar a bien con sus victimas.
Las personas dañinas se caracterizan por avasallar, manipular y desvalorizar, teniendo permanentes comportamientos de negatividad, al tiempo que sus emociones acostumbran ser negativas, deleitándose con la humillación del otro.
Puesto que ninguna persona es cien por cien sana, ni física ni psicológicamente, resulta más adecuado hablar de vínculos y comportamientos tóxicos que de personas dañinas, ya que lo que es perjudicial para unos puede ser perfectamente aceptado por otros, tratándose de una percepción subjetiva. Aunque cuando los comportamientos, poco adecuados, son frecuentes por la misma persona, posiblemente se le llegue a identificar con ellos.
Para superar las personas dañinas es necesario tomar consciencia y conocer tal situación, nada propicia. Por ello si te sientes culpable por negar algo a alguien o te incomoda tener que dar una determinada respuesta, o sencillamente te hace sentir mal, has de hacerte la pregunta siguiente: ¿Estaré en presencia de una persona dañina? No has de permitir que esa persona te haga sentir mal, ya que es ella quien tiene el problema no tú, por tanto quítate la responsabilidad y el sentimiento de culpa.
Se toma el control en situaciones con esas personas quitándoles su poder, escapando de ellas y no permitiéndoles acceso a nuestra intimidad, al tiempo de abstraerse mentalmente de su presencia y acciones, recordando que la
actitud positiva siempre es una elección.
Cuando la persona dañina percibe que sus comentarios o actos desagradables resultan estériles, careciendo del efecto que desea y que lo que se aprecia en el ambiente es amabilidad, sus comportamientos poco adecuados serán neutralizados.
Personas dañinas suelen estar pendientes de sus victimas, por tanto, conocer de su existencia, mantenerse con un buen nivel de autoestima y saber actuar ante el chantaje emocional, hace que nos podamos mantener distante de personas dañinas, reduciendo las probabilidades de caer en sus redes.
Ante conversaciones, con
personas dañinas, que conduzcan a un frecuente enfado, se ha de abandonar dichas conversaciones, aunque esa otra persona continúe insistiendo en permanecer con la conversación, utilizando la
asertividad. Es importante no entrar en su juego, es preferible que se quede sola con su enfado.
Conviene con cierta frecuencia revisar qué tipo de actitudes y comportamientos se tiene hacia los demás, puesto que también se puede tener comportamientos dañinos y no es adecuado hacer a los demás lo que no deseamos que nos hagan a nosotros.
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