Siempre es un buen momento para levantarse.
Un obstáculo o una caída no es sinónimo de terminación.
Cuando te sientas algo débil o sin fuerzas, recuérdate a ti misma en alguna situación pasada…
Si no caes y te levantas, no aprenderás de los errores.
Tu proyecto de vida sigue en marcha.
Tus inquietudes, objetivos marcados… todo eso que planeaste o no, está saliendo a la luz.
No desfallezcas ahora.
Eres necesario. Eres necesaria.
Te necesitan, te necesitas, te necesitamos…
Ahora visualiza la siguiente escena:
Imagina que vas en un coche, y que estás dando vueltas a una rotonda.
No haces más que girar y girar sin descanso.
En tu visión solo ves la plaza redonda y crees que no hay otras alternativas a tu trayecto.
Después de muchas vueltas te sientes mareado y sin ganas de seguir adelante.
Sin embargo, cuando alzas la vista y mueves la cabeza de un lado a otro observas cuatro salidas distintas.
Ahí están las oportunidades que no veías. Las vías de escape que no llegabas ni tan siquiera a imaginar.
Decidida y sin miedos, giras el volante en una de las desviaciones.
Curiosamente por la que querías salir no lo consigues.
El volante está demasiado duro. Han sido muchas vueltas sin girar el volante hacía el otro lado.
A pesar de ese pequeño inconveniente, ya sabes que hay más de una salida y sigues intentándolo en las siguientes.
Después de varios intentos, lo haces.
Sales por una de las vías despejadas y sin rotondas.
Respira profundamente una vez.
Lo has conseguido.
El camino sigue delante de ti.
Ya sabes…
No tienes porque seguir dando vueltas a una misma situación, pensamiento o duda.
Hay otras salidas. Siempre las hay.
Alza la mirada. Mueve la cabeza con energía.
Ahí está el fin del bucle.
Vuelve a comenzar.
Te necesitamos.
Carolina Sánchez Molero