Me acerco hoy a una problemática que se nos suele escapar a diario. Si bien nadie olvida desayunar, es decir, aportar la materia a nuestro organismo que nos facilitará la energía necesaria durante la jornada, por ejemplo, o cargar la batería de su terminal móvil durante la noche y poder disponer de él al día siguiente, por otro lado la mayoría de nosotros no recae en que cada mañana debe comenzarse con las baterías de la ilusión totalmente a punto.
Me permito aconsejaros cinco maneras de hacerlo:
1.- Sumando. Si enumeras los disfrutes acumulados en un determinado periodo de tiempo y los sumas, te aseguro que verás incrementar tu estado de ilusión por el mero hecho pasivo de saber que llegan siempre cosas buenas que sumar a la lista. Además, no se parte de cero.
2.- Agradeciendo. Efectivamente, un ejercicio de dar gracias por lo que ya ha sido, por lo que eres y/o por lo que vendrá te situará de inmediato en un estado consciente de tu fortuna y las pilas de la ilusión se tornarán alcalinas.
3.- Liberándote. Si se enfoca en el día que viene por delante de una manera liberadora, es decir, con grado de oportunidad positivo y no opresivamente, o sea, pensando que todo es una carga para nuestros hombros, la ilusión se abre paso rápidamente por salir a la calle y notaremos que nos acompaña.
4.- Alegrándote. Parece mentira que se nos escape lo unido que van el hecho de sentir alegría y la capacidad de ilusionarse. Haced la prueba. Poned el foco en algo o alguien que te produzca alegría y, de repente, tu mirada sobre lo cotidiano descubre y atrae lo que te ilusiona y la manera de conseguirlo. La ilusión es la otra cara de la alegría: lo por conseguir y lo conseguido.
5.- Ilusionándote. De Perogrullo, ¿no? Pues tampoco lo solemos hacer. Si antes de salir de casa, ya vas con el sabor de la satisfacción por adelantado de aquella historia que te hace ilusión realizar, pues multiplicas las posibilidades de conseguirlo y, además, dotas de un sentido a las acciones que te amplificará en general.
Y huelga decir que se puede llegar a manejar las cinco a la vez: ¿te imaginas? ¡No nos olvidemos de algo tan fundamental! La ilusión es el ángulo que hace del giro diario del planeta una helicoidal ascendente.
José Manuel Sánchez Serrano