Dice el refrán: “
El que persevera, alcanza.” Y quien toma la determinación de proseguir la lucha hasta el final, está convencido de ello o, al menos,
hará todo cuanto esté en su mano para lograr su objetivo.
Ésa es la
perseverancia: una
constancia inquebrantable, que requiere valor y
fortaleza.
Sabemos que hay objetivos vitales que precisan de esa virtud heróica. Hablemos de ella.
En Dumb Little Man nos proponen
7 pasos para desarrollar el arte de la perseverancia:
1. Inspírate en modelos apropiados
Sobre todo, toma nota de personas que supieron plantarle cara al fracaso y la adversidad, saliendo adelante.
La historia está llena de ejemplos ilustres, pero también de héroes anónimos, que seguramente están cerca de ti. Inspírate en su superación.
2. Traza tu plan
La constancia es inútil si no se sabe ciertamente a qué puerto se pretende llegar y cómo dosificar las energías.
Organiza
tu estrategia, según tus circunstancias personales y teniendo también en cuenta tu propio ritmo.
3. Celebra los pequeños pasos
Cada paso es una victoria, pequeña, pero que te acerca más a tu propósito.
Toma energía con cada minúscula batalla ganada, porque, en definitiva, es la suma de ellas la que te dará la victoria definitiva.
4. Deshecha los pensamientos inútiles
Los pensamientos negativos que llegan del agotamiento son peligrosos, porque pueden llevarte a
tirar la toalla justo antes de un inminente avance.
Si has tomado la decisión de llegar hasta el final, ese “nunca lo conseguiré” o el “es imposible para mí” están de más. Mándalos a volar.
5. Prepárate para los errores
Te equivocarás y tropezarás más de una vez. Acéptalo. Hay que contar con que es más que probable.
Sin embargo, tienes la oportunidad de
utilizar esos errores en tu beneficio, aprendiendo de ellos, haciéndote más sabio y más fuerte.
6. Déjate animar por quienes te desalientan
En el camino también es probable que encuentres personas que envidien tu actitud o, simplemente, personas tóxicas, que no tienen nada mejor que hacer que echar por tierra tu moral.
Deja que sus palabras te animen, precisamente, a luchar con más ahínco.
7. Elige tus himnos
La música es un recurso sencillo y poderoso para
automotivarse.
Iniciar un día difícil o de bajón, después de escuchar esa canción que te carga las baterías, es más fácil.
Para este propósito también sirven frases, libros o películas motivadoras. Construye tu arsenal.
A mí me gustaría añadir algo más…
8. Mantén la guardia hasta el último momento
¿Por qué lo digo? Porque hay a quien en la recta final le pasa algo como esto.
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