Son muchas las cosas que haces cada día. Cientos de acciones para llevar a cabo decenas de tareas. Algunas de ellas, aunque más no sea una, ¿están alineadas con tu propósito rector, con tu más elevada visión de ti mismo y de ésta, tu vida? Solemos pasarnos corriendo detrás de las urgencias cotidianas, de las cosas que parecen importantes pero que, si las miras desde lo más profundo de tu ser, verás que en realidad resultan insignificantes. Ya sabes que estás para algo más importante, trascendente, pleno y realizador que para tan sólo correr tras el vértigo cotidiano, que para limitarte a vaciar una lista de cosas para hacer. No te estoy diciendo que las dejes de lado. Claro que debes hacer lo que debes hacer. Lo que si te digo es que incluyas en esa lista al menos una de las cosas que te acercarán un poquito a tu sueño, a tu pasión, a tu verdadera razón de ser. Haciéndolo, todas las otras cosas de esa lista se beneficiarán, fluirán suave y eficientemente, y tú sentirás un poquito más de esa, tan anhelada, felicidad.
Gabriel Sandler