La fellatio (sexo oral de la mujer hacia el hombre) es una de las actividades sexuales preferidas por los hombres.
CENTRARSE EN ÉL: cuando realmente estás pendiente de darle placer a tu compañero estás aumentando tu propio placer.
Para comenzar nada mejor que acariciar con la lengua sus zonas erógenas paseando por todo su cuerpo sin llegar a tocar el pene. Utilizarlo como juego previo para luego ir incrementando la intensidad.
USAR LAS MANOS: puede ser una manera de indicarle cuál será tu siguiente objetivo. para mejorar las sensaciones y multiplicar el placer, el secreto está en realizar movimientos envolventes con las manos siempre húmedas.
LA LENGUA: úsala para recorrer el pene de arriba a abajo, siempre con suavidad. Aquí no van los movimientos bruscos ni la velocidad. Deténte en el glande, rodea la zona del frenillo y paséala por la hendidura que separa el glande del tronco.
LA BOCA: lo importante ahora es tener en cuenta un detalle "técnico", la RESPIRACIÓN. Tenemos que inhalar y exhalar por la nariz para evitar que nos den arcadas.
Debes controlar en todo momento de no rozarlo con los dientes, salvo que él te lo pida.
Poco a poco podrás introducirlo más profundo en la boca. Ve despacio para evitar tener malas sensaciones.
Si lo estás haciendo bien, tu boca empezará a estar cada vez más húmeda al generar mayor cantidad de saliva y esto resultará muy placentero para los dos.
MIRARLO A LOS OJOS: un detalle "hot" muy estimulante. Lo importante es que mientras lo haces lo mires a los ojos; y si exageras el movimiento de la lengua al hacerlo entonces ¡le va a encantar!
SUCCIONAR: provoca sensaciones muy intensas. Mejor si lo haces al llegar al glande.
Algo que les fascina es escuchar el sonido que produce la combinación de la succión con la humedad de la boca.
LA EYACULACIÓN: como es una práctica que no todos aceptan, lo ideal es saber a qué estamos dispuestos con anterioridad.
Fuente: Al sexo ponéle ganas- de Paola Kullok