¿Constituye el orgasmo parte de una vida sexual más satisfactoria?
Por supuesto que sí. Y si bien no hay que obsesionarse con él, es imprescindible buscar el origen en algún problema si no logramos tener uno.
La anorgasmia (dificultad o imposibilidad de la mujer para tener orgasmos) puede deber tanto a factores psicológicos, a modelos sociales o de educación y sólo en el 5% de los casos se debe a trastornos físicos. Para abordar el problema es siempre recomendable comenzar por una visita al ginecólogo para descartarlo.
¿Cómo podemos mejorar el orgasmo?
Conociendo nuestra anatomía
aunque parezca algo obvio, muchas mujeres desconocen su anatomía sexual. Como parte de nuestro cuerpo, es importante explorarla. Un consejo práctico si nunca lo has hecho, es observar los genitales con la ayuda de un pequeño espejo.
Rompiendo barreras mentales
muchas veces, y sin siquiera ser conscientes, las mujeres hemos creado una muralla alrededor de nuestra sexualidad, generalmente producto de la educación recibida. Los prejuicios y tabúes, lo que "debemos" hacer y lo que se espera de nosotras limitan desde el inconsciente nuestra disposición a disfrutar del sexo. Probablemente éste sea aún hoy el mayor obstáculo al que enfrentarse.
Estando relajada y dispuesta
para lograr una relación sexual placentera la actitud es esencial. Buscar el momento en el que puedas relajarte, olvidarte del mundo exterior y concentrarte sólo en recibir y generar placer.
Trabajando el erotismo
liberar la mente y abrirnos a la fantasía es una de las maneras. Para erotizarnos todo es bienvenido. Desde leer algún libro erótico, materializar alguna fantasía, recurrir a una película que active la imaginación. Prepararnos, darnos tiempo, cambiar de escenario para romper la rutina son otras formas de reencontrar nuestro lado más SENSUAL.
Realizando ejercicios vaginales
el buen estado de los músculos que forman el suelo pélvico es muy importante para mejorar los orgasmos. Para ello puedes experimentar con los Ejercicios de Kegel o al uso de las bolas chinas.
Desarrollando la autoestima
querernos a nosotras mismas para llegar a una vida sexual plena. El sexo es también cuestión de actitud, por eso si nos vemos y nos sentimos guapas, si sabemos valorar y sacar partido de aquello que más seguras nos hace sentir podremos sentirnos más libres para disfrutar.
Vivir la sexualidad plenamente, con naturalidad; sin complejos y sin tabúes, nos ayudará no sólo a mejorar el orgasmo, también a abrirnos a nuevas experiencias.
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