Cuando las cosas se ponen más negras, está en mí el iluminarlas con la luz de la comprensión y de la gratitud. Me doy cuenta de la medida en que esto depende de mi punto de vista; mis propios hábitos censurables de pensamiento y acción deben rectificarse, y sólo yo puedo hacerlo.
«Ayúdame a no esperar soluciones fáciles a mis problemas. Hazme reconocer que yo mismo creé muchas de mis dificultades con mis propias reacciones ante los sucesos en mi vida diaria. Tan sólo pido ser guiado por mejor camino.»
Alguien dijo algo poco amable acerca de mí. ¿Me siento ofendido? Sí. ¿Debería haberme ofendido? No.¿Cómo puedo sobreponerme? Manteniendo la serenidad y poniendo eso a un lado hasta que pueda comprender a qué se debe. Si fue un desquite por mi desafecto, rectificaré mi falta. Y si no fue así, no tengo responsabilidad alguna. ¿Debo ignorarlo todo o alegar algo? No, lo dejaré pasar; cuanto menos se diga, más pronto se enmendarán las cosas. Nada puede herirme a menos que yo lo permita. Cuando me duele algo que sucede fuera de mí no es eso lo que me hiere, sino la forma en que yo pienso y siento al respecto.
Un dia a la vez Al-Anon