"La debilidad que hay en ciertas personas necesita del poder que existe en otros para subsistir.
Se alimenta de otros.
Fuimos creados para dar y recibir amor, no dolor". Aprende a cuidar tu luz.
Tu corazón esta echo para unir no para dividir. Para amar no para odiar, para compartir no para competir. Todo lo que rechazas desde el corazón se transforma en karma.
Hace cientos de años un maestro paseaba por la orilla de un cristalino lago con su alumno. Junto al trino de los pájaros y el murmullo del viento reflexionaban sobre la gracia del universo y el camino de purificación de las almas. Sobre la naturaleza del amor y del dolor. En un momento el alumno dijo: Maestro tus enseñanzas me liberan de todo dolor. Hacen libre a mi espíritu como una mariposa en su primer día. Solo una cosa deseo pedirte desde mi corazón. El maestro permaneció en silencio para escuchar la petición de su alumno.
Entonces el alumno hablo así:
Maestro quiero hablarte sobre mi hermano, tu sabes que es un ser lleno de odio, un alma inferior y egoísta, mezquino en toda su naturaleza. Ninguna belleza pueden percibir sus ojos. Si lo tomas como alumno tú alma estará corriendo un gran riesgo y temo por ello, pues eso me causaría un gran dolor. El maestro sereno y seguro le respondió: quédate en este lugar y búscame cuando hayas decidido perdonar. Turbado por la respuesta de su maestro el alumno volvió a decir: mil veces lo he perdonado y vuelve a hacer lo mismo. Mirándolo a los ojos el maestro le dijo: es a ti a quien debes perdonarte de otro modo es a mi alma a la que estarás debilitando. Diciendo esto se marcho. El alumno desconcertado le pregunto: pero maestro ¿a donde vas? El maestro respondió: a buscar a tu hermano para enseñarle todo lo que se del amor. El Alumno aun más confundido volvió a inquirirle: ¿porque me haces una cosa así?. Con una mirada compasiva como respuesta el maestro le respondió: nada puedo hacerte yo más que enseñarte a liberarte de ti mismo querido alumno. Tu karma es una piedra que bifurca y confunde tu camino no la pongas en el mío.
Diciendo esto el maestro se marcho.
¿Que es karma?
Podríamos ver la vida como un camino lleno de piedras de colores, donde para llegar al final debemos recoger todos los colores que hay. Cuando ya hubimos tomado todas las piedras de colores percibimos una sensación inexplicable en nuestro interior que nos inunda y nos trasformamos en luz. Pero no podremos transformarnos en luz hasta que no hayamos recogido todas las piedras de colores. Esas piedras representan partes de nuestra alma. Alma dividida por nuestras decisiones. Tal y como le enseñara un maestro una vez a su discípulo: Karma es todo aquello que rechazas o no aceptas desde el corazón. Pero más allá de cualquier respuesta conceptual lo que hace complejo al karma no es su definición, sino su vivencia, su paso por nuestro cuerpo. Nuestro cuerpo es como un niño que desea hacer lo que siente y junto a las emociones y pensamiento muchas veces es motivo de perdición si no sabemos tener una autoridad amable pero firme con el. De nuestras debilidades emocionales y falta de sabiduría nacen el karma, la dualidad y el ego o falso yo. Todo lo que separa al ser de la unidad es karma. A diario enfrentamos cosas que atentan nuestra unidad, pero recuperarla es fundamental para continuar la evolución del alma. El sentimiento de unidad brota del corazón. Cuando más cosas rechazas de corazón, más se dividirá tu alma. Cuando más se divide tu alma más débil serás y más karma tendrás que afrontar. La iluminación es un camino de unificación, de recomposición, de recuerdo, de liberación del karma y esto se alcanza al ir integrando en nuestro corazón todo concientemente, hasta que hayamos recuperado nuevamente la fraternidad perdida con el cosmos.
Aprender a discernir el karma ajeno.
Una de las mayores cosas que atentan a la unidad del trabajador de la luz, debido a su gran sensibilidad, es el no aprender a separarse de los lazos que el karma de los demás nos lanza.
¿Como seria esto?, muchas veces nos encontramos en situaciones que el afecto y cariño que sentimos por alguien nos hace tomar personalmente las cosas que a esa persona le suceden en su viaje de vida y que debe aprender para continuar, otras veces son ellos mismos quienes nos atribuyen a nosotros el no hacer algo que ellos deben hacer. Nos culpan de su falta de perdón y aceptación y en última instancia de su falta de amor a ellos mismos. Estas situaciones muchas veces son como un pozo de lodo en que puede caer un trabajador de la luz confundido y quedar ahí atrapado, perdiendo un caudal de luz y energía importante porque piensa que todo lo que haga con amor será correspondido inmediatamente por todas las almas. Esto no es así siempre. Por mas que nos cueste comprenderlo, cada uno va por su propio camino hacia la luz. Cuando hacemos algo guiados por el amor y la unidad y nos encontramos con un pensamiento violento y separatista como respuesta, debido a la división que hay en la mente y el corazón de esa persona, nos confundimos y somos capaces de tomar el camino equivocado y también nosotros caer en la dualidad. A esto los antiguos le llamaban, el gran riesgo de caer en el abismo de los otros. Para evitar esto hay que aprender a usar lo que los mismos monjes llamaban el discernimiento: el discernimiento es ese espacio de intimidad y silencio necesario que hay que darse para meditar una difícil decisión, la cual sentimos es importante y frente a la que no estamos seguro sobre que dirección tomar. Un tiempo para ver el camino más claramente.
¿En que esta basada la identidad de un trabajador de la luz?
Frente a todas las dudas nunca olvides que como trabajador de la luz posees un poder que te guía y esta aferrado a ti: es el amor. Cuyo reflejo manifiesto más fiel en esta dimensión es la paz, nunca me cansar de repetirlo, la paz es el medio que nos hace saber que estamos en el camino de la unidad y el regreso al hogar. La dualidad atenta contra estos poderes. No permitas ideas separatistas en tu pensamiento por mas bien justificadas que se presenten, porque debilitaran la energía de tu corazón y dividirán tú alma. Cada vez que estés frente a una situación que no sepas como resolver pregúntate ¿que haría el amor en esta situación? Y la luz y comprensión afluirán a tu conciencia como un manantial inagotable que purifica todo a su paso. Ama sin olvidar que tu prójimo más cercano eres tú mismo. Ama sin olvidarte de ti. Existen muchas personas que hablan de amor y paz pero están presas de la dualidad. Están encadenadas a una herida kármica que no pueden perdonarse y eso las debilita y van por la vida tomando diferentes actitudes (victima, déspota, prepotente) para sentirse más fuertes. En verdad lo que hacen es tomar la energía de otras personas porque ellos mismos son como una bolsa sin fondo que pierde a chorros su energía vital.
El perdón y aceptación a uno mismo como llave de liberación kármica.
Todo los que nos roba la paz nos hace débiles, enferma el alma y aleja del hogar.
Esa perdida de energía vital que sufren muchas almas es producto de la falta de perdón y aceptación a si mismos primero y esto no les permite perdonar ni aceptar a los otros que comparten su vida tal cuales son. Están presos del dolor, el temor, la culpa y todas las creencias opresoras de baja frecuencia que como virus se adueñan de la mente del ser y desde allí comandan sus emociones conductas y percepciones y de este modo configuran su realidad. Es su paradigma existencial y el modo primordial que tienen de relacionarse con los demás. Esto los mantiene en un nivel bajo de energía constante y un estado de conciencia inferior esclavizada. Para que lo puedas comprender mejor expuse al comienzo aquella historia que se narraba en la antigua china.
Cuando el trabajador de la luz, por creer que puede ayudar a todos, da un amor inconsciente de las leyes del universo y se olvida que también debe recibirlo, se hace vulnerable a las trampas del karma ajeno. Existe una sutil soberbia al creer que podemos solucionar todo, eso nos hace olvidar uno de los mayores principios del universo: El equilibrio que hay en todo para mantener la unidad. Esto es, el dar y el recibir. De otro modo, solo encontraras abismos en los otros. Cuando dejamos de lado la práctica del equilibrio en nuestra vida, el camino hacia la disolución de nuestra alma habrá comenzado. Y así nace el karma.
El Alumno pregunto: ¿maestro que es el karma?
El Maestro respondió: Todo lo que provoca división en el ser.
Alumno: ¿qué cosas dividen al ser?
Maestro: Todo lo que escapa a la mirada de su corazón.
http://www.nuevagaia.com/858-trabajadoresdeluz/el-peligro-de-responsabilizarnos-del-karma-del-otro-por-federico-acosta/