He observado que muchos de nosotros tenemos más dificultades que otros para aceptar los cambios ‘que vienen de afuera’, o al menos aquellos que nosotros pensamos que ‘vienen de afuera’. En realidad, ningún cambio debe ser visto como algo impuesto por el destino, ya que somos nosotros mismos, con nuestras acciones y nuestras decisiones que atraemos aquello que necesitamos para nuestra evolución. Partiendo de la premisa de que somos espíritus encarnados y que estamos en esta vida terrena, en un cuerpo físico para obtener experiencia a través de los desafíos que se nos presentan, es por eso que no podemos atribuirle al destino o a algo que ‘viene de afuera’ las experiencias que vivimos.
La astrología, a través de su conocimiento milenario, nos enseña a interpretar todos los puntos difíciles de nuestra Carta Natal, los desafíos necesarios para nuestra evolución y a no verlo como obstáculos o imposiciones del destino. ¡Las estrellas no nos obligan a nada!
Si utilizas el conocimiento adecuado para comprender cuáles son tus desafíos y las herramientas con las que puedes contar para convertirte en el arquitecto de tu propio destino, estarás ejercitando tu libre albedrío. La astrología, especialmente la Cabalística, tiene la finalidad específica que puede ayudar a mejorar tu bienestar material y espiritual a través del conocimiento. Para lograr unir estas dos realidades, necesitas despertar dentro de ti “el deseo de recibir” ¿Recibir qué? ¡La Luz! El puente que conecta el mundo espiritual al mundo material es la Luz, es decir, la energía pura. “Desde lo más sutil hasta lo más denso” afirman los alquimistas, o “Como es arriba es abajo” afirma “El Caibalion”. Todo lo que existe en el mundo físico y material, en primer lugar existe en el plano espiritual, por lo tanto, si deseamos crear algo en el mundo material debemos conectarnos en primer lugar y crearlo a través del mundo espiritual.
Lo que los Cabalistas llaman de Luz, nosotros podemos llamarlo de Dios, si tenemos esta creencia, o cualquier otro nombre que le demos a la Energía Pura que Creó el Universo manifestado. No importa la religión o creencia que tengamos, el hecho es que cuando estamos en la búsqueda del conocimiento estamos en busca de la Luz. La Cabala enseña que somos obligados a regresar, encarnación tras encarnación, porque necesitamos evolucionar espiritualmente. Evolucionar espiritualmente quiere decir: aprender a buscar la Luz para compartirla. Mientras queramos que la Luz solamente cree un universo para nuestro propio beneficio no estaremos evolucionando y tendremos que continuar regresando. A través del proceso reencarnatorio, elegimos un momento astrológico adecuado y este nos dará la oportunidad de hacer nuevamente aquellas cosas que hicimos mal o que dejamos de hacer en las encarnaciones anteriores.
Así que, querido lector, es conociendo sus limitaciones, sus desafíos, y aprendiendo a hacer uso correcto de las herramientas, para suprimir los obstáculos, que ¡logrará en esta oportunidad transforma su vida! La mayoría de nosotros no consigue recordar las encarnaciones anteriores, pero la Carta Natal nos puede revelar aquello que es llamado Tikun, es decir, nuestra misión de vida. Este conocimiento se encuentra escondido en su Carta Natal y que solo un astrólogo con experiencia podrá descifrar.
Y no olvide, querido lector, que el astrólogo sólo le dará las herramientas, pero es usted quien necesitará aprender a utilizarlas. ¡Ahí es donde radica la dificultad! La Carta solo le presentará opciones pero usted no debe desear obtener beneficios de manera egoísta. Recuerde: Anhele la Luz para compartirla!
Si terminamos decidiendo por nuestros propios impulsos de Ego, terminaremos encadenados a las encarnaciones y no seremos felices, ni siquiera con todos los bienes materiales que pueda ofrecernos el mundo. Siempre habrá un vacío, una insatisfacción interna, que se traducirá en malestar, insomnios, enfermedades, dolores y pérdidas.
Su destino está en sus manos. Con el conocimiento suministrado por la Astrología Cabalística, usted sabrá identificar sus debilidades provenientes de su pasado; reconocer su equipaje que trae de vidas anteriores; evitar y eliminar los bloqueos y obstáculos que le impiden evolucionar en dirección a la Luz; superar sus miedos más profundos; convertirse en aquello que quiere ser, es decir, cumplir con su evolución. Existe un código genético en nuestro espíritu, un DNA cósmico, que le guiará en la toma de sus decisiones. Medite, ore y vigile. Pregúntele a su Yo Interior que camino debe seguir, pero tenga la convicción que cuando llegue el momento de escuchar la respuesta y si así lo hace, podrás hacer las correcciones y elegir el camino más adecuado para alcanzar finalmente la clave de su auto-realización.
:: Graziella Marraccini ::