Existen muchas parejas, que llevan muchísimo tiempo “soportándose” con el fin de sostener la relación de pareja. Puede ser por muchas razones, como por ejemplo, económicas, por la presión social, por mantener comportamientos enfermizos, sumisión, etc. Sin embargo, otras parejas buscan terminar la relación a la menor dificultad.
¿Dónde está el término medio en este asunto? ¿La separación es la mejor solución frente a una relación que no funciona? En este artículo contestaré estas preguntas.Como ya sabes, el término de una relación de pareja es el último recurso para una relación que parece no tener ninguna salida. La mayoría de las rupturas son bastante traumáticas y producen mucho dolor, sobre todo en matrimonios que llevan mucho tiempo junto.
En algunos casos, la separación puede ser la mejor alternativa, y en especial, cuando reproducimos patrones de conductas que pueden ser altamente dañinos para la salud mental, como es el caso de violencia física y psicológica. Una separación no es el fin del mundo, sino que el fin de una etapa que probablemente estaba provocando daño e involución en nuestra vida.
Sin embargo, es importante hacer una distinción. Una separación NO es la solución definitiva a los Conflictos de Pareja. Puede ser la solución a una coyuntura determinada, pero debemos examinar en primer lugar las causas de una ruptura. Las causas de una ruptura, que se encuentran en nosotros mismos nos seguirán acompañando hasta que encontremos otra pareja. En otras palabras, puedes correr el riesgo de repetir los patrones que te llevaron a la ruptura en una nueva relación.
En última instancia, es posible que una relación este tan deteriorada que sea necesario terminarla. Es un proceso doloroso, pero no lo cierres sin antes examinar con cuidado que fue lo que no funciono en tu interior. Por mucho que parezca que fue la otra persona la culpable, nosotros por alguna razón fuimos quienes elegimos esa relación
¿Cuáles fueron las causas? ¿Por qué llegue a ese punto? ¿Por qué tome esas decisiones? Un autoexamen cuidadoso, puede ayudarte a realmente mejorar tu disposición a una nueva relación de pareja. Se sabe que una persona divorciada tiene muchísimo más probabilidades de volver a separarse que una persona que se casa por primera vez. Esto es porque arrastra consigo ciertos patrones de conducta que desembocan en problemas de pareja.
Por lo tanto, si llegas al punto de terminar tu relación de pareja, asegúrate de solucionar también tus conflictos internos.
Roberto Doussang