Técnicas comunes
De forma general, aquellos que intentan servirse de la Ley de la Atracción para mejorar su vida, acostumbran a utilizar técnicas de visualización para poder pasar del punto A (siendo la situación que te gustaría cambiar) al punto B (siendo B el punto al que deseas llegar, la experiencia como te gustaría vivirla). Una técnica común suele ser:
Formación de la intención (concebimos el punto B, aquello que deseamos)
Visualización (imaginar que nos hallamos ya en el punto B)
Desligarse de los resultados (Para no condicionar la manifestación, nos desligamos de los resultados)
Obtención de los resultados (Llegamos al punto B)
Puede haber muchas variantes o sugerencias a este modelo, como por ejemplo añadir sentimientos de gratitud, o la manera en la que visualizamos las cosas. Este modelo puede funcionar, pero también puede dar resultados distintos en función de la persona y de sus creencias particulares, por lo que no supone el mejor sistema para controlar nuestra vida.
Comprendiendo La Ley de la Atracción
Hay tres puntos primordiales que pueden mejorar mucho nuestra capacidad de dirigir nuestras vidas:
Percepción: la Ley de la Atracción es en realidad un juego de percepción. Si la ley establece que aquello en lo que creemos (nuestra manera de ver la realidad), lo atraemos, significa que nuestro set de creencias interactúa para formar la experiencia cotidiana. En otras palabras, si cambiamos nuestras creencias, atraemos nuevas circunstancias.
Regularidad: también tenemos que tener en cuenta que YA poseemos un juego de creencias concreto, por tanto YA estamos atrayendo unas circunstancias concretas. La Ley de la Atracción está en constante funcionamiento, atrayendo o rechazando experiencias en función de nuestras creencias. No hay que activarla o invocarla, la ley funciona constantemente.
Momento presente: como consecuencia, podemos modificar el punto A y convertirlo en el punto B instantáneamente. La Ley de la Atracción funciona constantemente en cada momento, en el ahora, y por tanto el único momento que realmente importa es el actual. Es posible que tengamos la sensación de que las cosas se modifican con el tiempo, pero en realidad las creencias se cambian en el momento actual y las consecuencias del cambio se obtienen también en el momento actual
La técnica definitiva
El modelo de técnica que hemos expuesto al principio del artículo, puede presentar dificultades a muchas personas, y los resultados pueden no ser tan espectaculares como deseamos. Con la práctica y algo de perseverancia podemos obtener mejores resultados, pero existe un método más eficiente a la hora de intentar jugar con nuestras creencias y atraer aquello que deseamos.
Esta nueva técnica implica un cambio fundamental de perspectiva de vida, que es el punto en el que tendremos que trabajar. Este cambio puede resultar muy difícil porque hemos sido condicionados largamente a vivir psicológicamente dentro de una linealidad temporal, con un pasado que nos persigue y un futuro que nos aguarda, en lugar de experimentar el momento presente.
Este cambio fundamental se basa justamente en poner nuestro foco de atención en el presente. Es muy simple: se trata de experimentar lo que ahora mismo acontece y te rodea, considerar este momento como lo único que existe. Sin pasado, sin futuro. Esto no quiere decir que no atendamos nuestra cita con el dentista mañana o descuidemos cualquier otra cita que tengamos, quiere decir que atenderemos todo eso cuando llegue el momento, y mientras tanto nos dedicaremos a observar y experimentar el momento actual. Este es el punto delicado, la parte más complicada de la técnica.
¿Dónde entra la Ley de la Atracción? ¿Cómo podemos ir del punto A al punto B? La respuesta vuelve a radicar en ese cambio fundamental: ahora el punto A y el punto B se fusionan en el mismo momento. En breve, no iremos de un punto a otro, sino que rompemos con ese concepto de linealidad temporal, y simplemente transformaremos el punto A en el punto B, instantáneamente.
Por ejemplo, si el punto A es una pobre situación económica y el punto B es una situación de abundancia en términos monetarios, lo que haremos será integrar los sentimientos y creencias del punto B en el momento actual. En el ejemplo, se trata de asumir que ya contamos con la abundancia, como lo haríamos en la técnica de la visualización que hemos mencionado antes, pero sin entender que lo visualizado está por llegar, sino que ya forma parte de nuestra realidad.
No se trata de engañarse o de imaginar (aunque tiene cierto componente imaginativo). Se trata de vivir esa realidad desde este momento, incorporando la nueva creencia positiva en nuestra realidad actual, y podremos así atraer consecuentemente el tipo de experiencia que deseamos.
Resultados
Recordemos que la ley funciona en base a nuestras creencias, por lo que son ellas lo que pueden hacer que manifiestemos más o menos rápidamente. Si nuestros resultados no se manifiestan como deseamos, quizá sea bueno investigar sobre cómo vemos ahora las cosas, qué creencias están activas, y por tanto cómo están condicionando nuestra experiencia actual.
Como ejemplo, si deseamos más dinero pero en el fondo no creemos ser merecedores de ello, es muy posible que la creencia activa de que no somos dignos prevalezca sobre los deseos de obtener más dinero. O si creemos que el dinero es un “vil metal”, como se denomina popularmente, es posible que eso nos aleje de una bonanza económica.
Si experimentamos dificultades en algún campo de nuestra vida, lo más aconsejable es ser honestos con nosotros mismos y preguntarnos qué es lo que creemos como verdadero que nos limita a seguir viviendo esas experiencias, qué creencias activas están atrayendo constantemente unas circunstancias que no son todo lo óptimas que querríamos.
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