La práctica regular de la meditación nos enseña que somos un pozo de felicidad inagotable y lleno de sorpresas. Sólo debemos creerlo, encontrarlo y sacarlo a relucir. Rescata tu poder interior y esa fuente inagotable de felicidad que existe en tu interior.
La meditación es personal: para una persona que no práctica la meditación ni cree en sus beneficios, hacerlo puede ser una pérdida de tiempo, en especial porque a pesar de que existen muchas guías de meditación, nadie puede garantizar un proceso que es personal y propio. Tu meditación nunca será igual a la de otro. Por ello, la recomendación es vivir tu propia experiencia meditando, y como dice la canción, hacer camino al andar.
La meditación es útil: en la medida en que avanzas en tu proceso de meditación e interiorización, encuentras respuestas a tus preguntas más íntimas. De donde vengo, para donde voy, cual es mi poder, cual es mi sentido de vida, como puedo dejar huella en este mundo, que me hace feliz.
El proceso de meditación se basa en la fe: aunque existen procedimientos que guían la manera de hacer meditación, sentarte en una específica posición, cerrar los ojos, buscar espacios serenos, practicar de noche o madrugada, relajar el cuerpo, evitar el estómago lleno, etc.. La meditación es un proceso en donde sabes el punto de partida pero no el de llegada, el cual lo vas descubriendo en cada sesión. Es un proceso de fe, en el que confías. Muchas veces con la sombra protectora de un maestro.
Cuerpo relajado, sin excitación emocional, logrando serenar la mente: la meditación comienza buscando relajar el cuerpo de sus tensiones presentes, lo cual se hace con la respiración continúa y consciente. Luego la meditación calma las emociones gracias al estado de inactividad física y de incentivos externos. Completando el ciclo con la serenidad mental, que no persigue dejarla en blanco sino libre de intromisiones, para que vague por senderos y aprendamos de las imágenes que percibimos.
El poder se encuentra en ti y el camino de llegar a él es la meditación: cuando comprendes que el poder lo tienes tu mismo dentro de tu esencia y la forma de descubrirlo es meditando con frecuencia hasta lograr visualizarlo. En este momento descubres tu más o revisado tesoro. Comienza ya mismo su búsqueda.
Rescata tu poder interior para ser feliz. Nadie puede lograr la felicidad si no conoce lo que le gusta, sus sueños y anhelos. El entorno puede disfrazarlos, la gente que nos rodea puede camuflarlos, los éxitos nos dan pautas pero no siempre nos muestra la esencia y fuente de la felicidad. Sólo podemos encontrar el poder cuando sentimos palpitar el corazón, somos conscientes de cada emoción que pasa por nuestro cuerpo y su origen, alejamos de nuestros pensamientos los temores, y emprendemos el camino al viaje interior. La meditación es el camino.
El poder interior siempre está allí y presente, pero nuestro afán de logros externos nos alejan de su fuente y reconocimiento. Por ello debemos rescatarlo para que no hagamos lo inocuo y por el contrario vivamos plenamente con aquello que nos sirve y brinda beneficio. Rescata tu poder interior para ser feliz individual y en pareja.
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