Aunque tengas una lista de necesidades y deseos, pregúntate de qué dispones ya de lo que puedas sentirte agradecido. Busca las cosas de tu vida que despierten tu gratitud, aunque al principio te parezcan insignificantes. Pronto comenzarás automáticamente a sentirte optimista y dichoso.
Haz una lista de agradecimientos y mira cómo va creciendo. Concéntrate en la abundancia que hay ahora en tu vida, no en las carencias.
Ve tu vida completa, plena, y mantén esa visión. Afírmala.
Llévala a cabo. Conviértela en realidad. No busques nada fuera de ti. Tú eres el Universo, contenido en su propia perfección.