Dionisos es hijo de Zeus y Sémele. Es el más “mortal” de entre los inmortales, el éxtasis en todas sus manifestaciones, la embriaguez, la inspiración, la belleza de lo natural y salvaje.
Si hay algo que le falta en su totalidad al hombre contemporáneo, ese algo es Dioniso... el elemento dionisíaco... el dios se lo llevó con él en su vuelta al Olimpo... Y tal comova el mundo es altamente improbable, que se le ocurra volver por aquí. Por lo tanto, siempre seremos presas fáciles de la infelicidad. Si alguna vez el hombre tuvo algo de divino, eso fue Dioniso.
Dioniso, no es como el conocimiento vulgar lo supone simplemente, el dios del vino. Él es sobre todo el dios de la divina inspiración, de la embriaguez del alma. Aquello por lo cual hay cosas que valen la pena. Es el profundo sentimiento trágico de la vida y es la ebriedad como creación, inspiración y pasión.
De su culto, “Las Grandes Dionisias”, nació el teatro en todas sus formas, no hay en la historia del mundo un legado tan grande de un dios a los hombres. La mayoría de sus seguidores eran mujeres que integraban su cortejo, compuesto también de sátiros, ninfas y coreutas. El carácter orgiástico de sus misterios es casi una particularidad del culto. Si bien tampoco se deben de confundir con las bacanales romanas que distaban mucho de lo que el culto dionisiaco significaba; eran aquellas una representación decadente. Las Dionisias Griegas son tan incomparables a las bacanales romanas como lo es el carnaval de Venecia con el de Rio de Janeiro.
Todo es maravilla en su historia, desde su concepción. No hay detalle que no contenga en sí el sello de lo divino. Su madre, Sémele, era hija de Cadmo y Harmonía, nieta de Afrodita. Un día, paseando por los caminos de Tebas, recordó un extraño sueño en el cual una lengua de fuego que descendía del cielo abrazó un árbol convirtiéndolo en cenizas, pero su fruto quedó intacto. Desde el cielo se abrían las nubesy aparecía un muslo masculino y una mano cosía aquel fruto dentro del muslo. Después el muslo se abría y aparecía un hombre hermoso...
Sémele sabía que el árbol era ella. Cuando le contó el sueño a su padre éste hizo llamar a Tiresias. El adivino dijo que Sémele debía ofrecer el sacrificio de un toro, pero matarlo con sus propias manos. Así lo hizo y en el momento de la muerte la sangre del animalla tocó. Con la túnica empapada de sangre corrió al río a bañarse. Desde arriba, Zeus la contemplaba, sus ojos resbalaban sobre la piel mojada... los pensamientos de Zeus nadaban al lado de Sémele. Impaciente el dios esperaba la noche. Cuando llegó la hora, Zeus se tendió en ellecho de la joven, primero en forma de toro con miembros humanos, luego fue unapantera y luego un joven coronado de ramas de vid. Después fue una serpiente y Zeus prolongaba el coito… mientras sobre el lecho se encaramaban hojasde vid, y en la oscuridad se oían ritmos de tamboriles. La tierra rió, Dioniso fue concebido en el momento en que Zeus gritó el nombre con el que durante siglos seria invocado: “ Euoi”.(2)
Hera, celosa, aconseja a Sémele que le pidiera a su amante -quien le había prometido a Sémele no negarle nada- que apareciera ante ella en toda su plenitud y su gloria. Así lo hizo la joven y Zeus, que había hecho una promesa, debió acercarse a Sémele en todo su esplendor, y entre la impetuosidad de sus rayos, Sémele murió al instante carbonizada.
Ya el embarazo estaba avanzado; Zeus, al advertir que el feto vivía aun, lo cosió a su muslo hasta cumplir el tiempo de gestación. Una vez nacido, se lo entregó a las ninfas para que lo criaran; y, como sabemos, donde hay ninfas... hay seducción. Eso fue el dios sobre todo lo demás, seductor, como veremos en el siguiente artículo.
(1).- Para otra visión de la concepción de Dioniso vease: BACO/DIONISOS:patrón de esta santísima web, ¡¡Evohé!!
(2).- Norberto Calasso. “Las Bodas de Cadmo y Harmonía”. ED. Anagrama
http://www.larevelacion.com/Mitologia/Amoresdionisiacos.html