Tal es el caso de Ariadna, la mujer que decidió llevar al Olimpo, hija de Minos y Pasifae. Cuentan que Teseo llegó a Creta a combatir al Minotauro que, como sabemos, era un “hermanito” menor de Ariadna. Ni bien la joven lo vio, se enamoro de él y loayudó a encontrar la salida del laberinto; le dio un ovillo de lana que fue devanando cuando entróy así consiguió salir, una vez que hubo matado al Minotauro.
Dicen las malas lenguas de la época, que en realidad, lo ayudó a cambio de que Teseo se casara con ella.Sea como fuere, una vez despachado el Minotauro, Ariadna se escapó con Teseo hacia Atenas. Pero no llegó, en una escala en la isla de NaxosTeseo se la olvido, dormida en la orilla. Nunca explicó si se la olvidó porque sí, si es que amaba a otra mujer, si los dioses, acaso, le prohibieron llevarla o si lo decidieron los hados... Pero allí quedó Ariadna, llorando cuando despertó y vio las naves en la lejanía. Mas no le duró mucho la pena pues allí venia Dioniso y su cortejo, bello hasta el punto máximo, guiando su carro tirado por panteras. Narran que hacía tiempo se había enamorado de ella...
Decidió hacerla su esposa y Ariadna, que quería casarse con alguien, ya sea divino o mortal, sin pensarlo demasiado acepto... El dios se la llevo al Olimpo. Pero no se puede pedir constancia a un dios... Dioniso se fue a la India y por supuesto no se la llevó... Como regalo de bodas le había entregado una diadema de oro, hecha por Hefestos, que al final se convirtió en constelación, La corona Boreal, junto con Ariadna, claro.
Otro de sus amores fue Palene. Era una doncella guerrera a quien Dioniso conoció en la lucha. Palene apareció en la explanada con la piel brillante por el aceite y las trenzas atadas en torno del cuello, un mínimo trozo de tela le cubría el pubis y una faja los senos. La joven no sabia que combatía con un dios que había sido ofendido por su padre... La lucha fue tremendamente larga, el dios la retrasaba deliberadamente, quería tocarla, poseerla. En tal estado de “amor” se encontraba la divinidad que la joven estuvo a punto de tirarlo, Dioniso al fin decidió vencerla y así la poseyó, la convirtió en una amante domada y en una fiel más. Pero en esta ocasión Dioniso también se fue.
El dios pensaba ahora, en una mujer muy fuerte y arisca, cazadora del grupo de Artemis. Se llamaba Aura. Entre el follaje, vio un muslo de Aura que se internaba en el bosque, Dioniso temblaba. Sabía que la joven lo rechazaría. Una ninfa le dio la solución, le dijo que jamás se encontraría con Aura en el lecho, que solo lo haría en el bosque y atada de pies y manos.
En una ocasión que Aura tenía sed y buscaba una fuente, Dioniso se apuró y convirtió el agua en vino. Cuando Aura se acercó a beber se encontró con un líquido desconocido, y sumamente grato que jamás había probado. Se mareó y se recostó a la sombra de un gran árbol, se durmió. Dioniso, expectante, al acecho, pudo al fin acercarse lentamente y silenciosamente la fue desarmando. Mientras Aura dormía la ató de pies y manos. La poseyó así, atada. Se separó de ella y en silencio volvió al bosque.
Cuando Aura se despertó y se dio cuenta de lo ocurrido enloqueció, cuentan que bajó al valle gritando y matando a flechazos a todos los que se cruzaban en su camino.
Aura siguió enloquecida y errante, estaba embarazada. Cuando llegó el momento, dio a luz dos mellizos, quería quemuriesen. Logró despedazar a uno de ellos, el otro fue rescatado por Artemisa quien se lo entregó al padre.
Aura se dirigió al río Sagrario, tiro su arco y sus flechas y se arrojó dando fin a sus días..
Pero el primer y gran Amor del dios no fue una ninfa, ni una mortal, fue Ampelo... Era un joven hijo de un sátiro y una ninfa.
Una versión dice que Dioniso le regaló una vid que, colgada de un olmo, estaba cargada de uvas. Tratando de tomar un racimo, Ampelo se mató.Pero hay otra versión mucho más bella, la da Norberto Calasso (2), tomada de Nono:
Nos cuenta que Ampelo fue un bello joven a quien amo el dios más que a nadie. Solo con él compartía los juegos y la lucha; Dioniso, siempre lo dejaba vencer. Ampelo aprendía del dios, a vestir y a tratar familiarmente a las fieras. El dios le previno, “solo cuídate de los cuernos del toro”.
Dicen que Ampelo, solía tocar la flauta y lo hacia pésimamente, pero Dioniso lo alentaba porque, en tanto Ampelo tocaba, él se deleitaba mirándolo.
Pero la advertencia del dios le resultaba incomprensible. Un día encontró un toro sediento entre las rocas, el animal bebió y se dirigió hacia el joven. Ampelo, le acarició los cuernos y decidió montarlo... Desde arriba Selene lo veía todo y, celosa, vaya a saber por qué, le envió un tábano. El toro entonces comenzó a galopar, Ampelo ya no podía controlarlo. En la última sacudida el joven cayó al suelo. Se escuchó el ruido del cuello al romperse... el toro lo arrastró por un cuerno que se hundía en la carne. Dioniso lo descubrió ensangrentado, en el polvo. Los sátiros comenzaron los lamentos; Dioniso era un dios, no podía llorar y por ser inmortal no podía seguir a Ampelo al Hades. Dioniso lloraba por Ampelo, esto cambiaba su naturaleza y la naturaleza del mundo.
En ese momento, dicen, Las Horas se apresuraron a leer las tablas de Harmonía, donde estaban tallados los acontecimientos del mundo. Las Horas contemplaban la cuarta tabla... se veía a Ganímedes con una copa en la mano: Ampelo sé convertiría en vid.” Aquel que había aportado el llanto al dios que no llora aportaría también delicia al mundo. Entonces Dioniso se recuperó.”
La uva nació del bello cuerpo de Ampelo.” Ningún otro dios, ni siquiera Atenea con su sobrio olivo, tampoco Deméter con su pan tonificante, tenían en su poder algo que se aproximara a aquel licor. Era lo que justamente le faltaba a la vida, lo que la vida estaba esperando: la ebriedad.”
Entre el misterio y la locura, entre la inspiración y la tragedia, entre el teatro y la danza, en el canto lírico y la poesía, entre lo más puro y salvaje del hombre... ahí está Dioniso, la chispa divina.
(1).- Para otra visión de la concepción de Dioniso vease: BACO/DIONISOS:patrón de esta santísima web, ¡¡Evohé!!
(2).- Norberto Calasso. “Las Bodas de Cadmo y Harmonía”. ED. Anagram
http://www.larevelacion.com/Mitologia/AmoresdionisiacosII.htm