El Camino Del EmprendedorNo hay nada que se sienta tan bien, como autodenominarse emprendedor.
Muchos dicen que son emprendedores, pero quizás no todos sepan exactamente lo que se requiere para ser emprendedor.
La cuestión es que muchas de las personas que hoy en día dicen ser emprendedores, no tienen las suficientes agallas como para hacer del emprendimiento, un estilo de vida.
Quizás tienen emprendimientos en ciertas áreas específicas de su vida. Así como lo hacen los niños.
Pero el camino del emprendedor va mucho más allá que eso.
La ruta del emprendimiento no es para todo mundo. Muchos simplemente no soportarían los esfuerzos iniciales o el simple hecho de tener que pensar más de lo normal para poder lograr el éxito en un entorno agresivo y sin muchas garantías o carencia de riesgos.
Lo cierto es que una de las motivaciones más grandes del emprendedor es la libertad.
Pode llegar a ser el dueño y señor del propio tiempo, es lo mejor. Decidir en qué proyectos trabajar, cuántas horas al día dedicarle a tus actividades, no tener que pedirle permiso a nadie para descansar o para tomar cualquier decisión que se considere pertinente.
Algunas personas creen que la libertad es la única característica atractiva de los emprendedores. Sin embargo, la libertad es un arma de doble filo. Si se abusa de ella, uno se puede meter en problemas.
Inicialmente puedes disfrutar mucho poder dormir hasta bien tarde en la mañana. Pero luego verás que dormir tanto no será beneficioso para tu negocio o los proyectos que estés emprendiendo.
Tus propias debilidades se convierten en cuellos de botella para tu negocio.
Si no cuentas con una gran autodisciplina, deberías trabajar en desarrollar un poco. Si cuentas con cierta tendencia a procrastinar, deberías trabajar en superarla.
Así que esta libertad en realidad, te puede ayudar a esculpir tu carácter. Existen muy pocos trabajos que te brindan este gran beneficio, debido a que principalmente muy pocos o ninguno de ellos se enfoca en obtener resultados de tu propia productividad y emprendimiento pagando acordemente. Si no eres muy productivo uno de los días, igual te pagan.
Esto puede llegar a limitar tu percepción de la libertad y la responsabilidad y cegarte ante ciertas oportunidades que requerirían un poco más de esfuerzo mental y cognitivo que mecánico y automatizado.
Toma un poco de tiempo aprender a balancear el equilibrio entre libertad y responsabilidad. La responsabilidad unida a la autodisciplina te da la libertad que te permite ser más espontáneo sin arriesgarte ni comprometer el tiempo que le dedicas a tu negocio.
La libertad del emprendedor puede permitirle pasar muy buenos momentos. Viajar y tomar vacaciones frecuentemente, visitar amigos, y en concreto cualquier actividad que normalmente no puede hacer una persona que trabaja cuando simplemente le venga en gana.
La clave está en disfrutar de la libertad con responsabilidad, para con esto evitar la procrastinación y la generación de hábitos relacionados con la pereza.
Cuando cuentas con todo bien organizado, en cualquier momento puedes ser espontáneo. Sobre todo si tienes trabajo de tus proyectos adelantado, o preparado. En otras palabras tienes libertad de hacer lo que quieras con tu tiempo, sin que esto roce la irresponsabilidad.
En definitiva se requiere muchísimo temple a la hora de hacer del emprendimiento un estilo de vida. Renunciar a un trabajo convencional (o siquiera a la idea de conseguirlo algún día) no es algo fácil, pero es un camino mucho más satisfactorio que el de la moderna esclavitud.
Nadie dijo que emprender fuera fácil, nada de lo bueno se consigue fácil siendo legal, moral y ético. Pero cuando se ven los resultados y se empieza a disfrutar, es que uno finalmente puede darse cuenta de que con un empleo jamás se hubiese llegado a algo así.
Personalmente nunca he tenido como tal un empleo y no lo tendré nunca, para lo que deberé ser un emprendedor a capa y espada. En el camino claro, disfrutando de mi libertad y del control de mi tiempo, pero siendo responsable con todo lo que me proponga y yendo hacia mis ideales con determinación.
¿Y tú?
Fuente:
http://www.sebascelis.com/el-camino-del-emprendedor/