Cómo Entrenar Tu Autodisciplina

Cómo Entrenar Tu Autodisciplina

Entrenar tu autodisciplina mejora tu calidad de vida.

La disciplina es la habilidad para hacer algo aunque no te apetezca (o no hacer algo que te apetezca). Es un sinónimo de fuerza de voluntad.

Es una habilidad importante que todos debemos desarrollar para conseguir lo que queremos sin que el estado emocional en el que nos encontremos en un determinado momento nos lo impida.

Todos tenemos algún ámbito en que somos muy disciplinados, pero también tenemos otros en que no lo somos. ¿En qué parte de tu vida podrías aplicar más disciplina?

Imagina por ejemplo que quieres mejorar tu salud. Si quieres evitar la comida basura debes usar la disciplina, si quieres dejar de fumar, debes usar la disciplina, si quieres adelgazar, debes usar la disciplina, etc.

Tú cuerpo te dirá “No cambies”. “Come chocolate, solo un poquito”. “Fúmate un último cigarrillo”. “No vayas al gimnasio, puedes ir mañana”. Usando la disciplina puedes mantenerte en el camino que has elegido, aunque sea un camino lleno de obstáculos.

Mejorar Tu Disciplina
Una buena forma de entender la disciplina es compararla con un músculo. Si haces un esfuerzo físico intenso tus músculos crecen y se hacen más fuertes para poder resistir el esfuerzo la próxima vez. Así de simple.

Tu fuerza de voluntad es el equivalente mental de tu fuerza física.

Puedes entrenar tu disciplina igual que se entrena con pesas en el gimnasio. Cuando más te enfrentes a situaciones que suponen un reto para tu disciplina más fuerte será.

Está demostrado que nuestro cerebro es un órgano plástico que se desarrolla igual que se desarrolla un músculo cuando haces ejercicio.

Entrenamiento progresivo
El entrenamiento progresivo es la forma cómo se entrena la fuerza en un gimnasio. Tú escoges el peso máximo que puedas levantar sin lesionarte y lo levantas hasta cansarte. Esto se puede traducir directamente a la disciplina.

Hay 2 tipos básicos de disciplina:

1. Hacer algo que no te apetece
Se puede usar por ejemplo para: Trabajar en algo que debas hacer aunque no te apetezca, enfrentarte a situaciones que te resulten incómodas, ganar más dinero, superar la timidez, mejorar tu salud, mejorar tus relaciones personales, tener más tiempo libre, etc.

Pongamos por caso que son las fiestas de tu ciudad a la que te acabas de mudar y te apetece hacer nuevos amigos, aunque eres una persona tímida.

a) Haz una lista de situaciones con otras personas que te hagan sentir incómodo/a

b) Ordénalas de la que te resulta menos incomoda a la que te resulta más incómoda.

El resultado puede ser algo parecido a:

Preguntar algo a un desconocido
Conocer a alguien del sexo opuesto
Hablar ante un grupo de personas
Hablar abiertamente sobre tus emociones
Hablar con una persona famosa
etc.
Para entrenar tu disciplina debes enfrentarte progresivamente a las situaciones que has escrito, empezando por la que supone un reto menos para ti.

Cuando la tarea nº1 ya no suponga un gran esfuerzo para ti, pasa a la nº2 y así sucesivamente, pronto notarás como tu músculo mental se va haciendo cada día más fuerte.

Si tu problema es que te falta disciplina para una tarea determinada decide dedicar como mínimo 5 minutos a hacerla. ¿Qué daño pueden hacerte 10 minutos?

Al día siguiente dedícale 10 minutos. Al día siguiente 15 minutos y así sucesivamente hasta que puedas dedicarle el tiempo necesario. La parte más difícil es empezar, así que una vez has empezado la inercia de la tarea te ayudará a continuar.

Un ejemplo personal
He usado este tipo de disciplina para ir al gimnasio regularmente aunque algún día no tuviera ganas de ir.

Cuando empecé a ir al gimnasio decidí ir un mínimo de 3 días a la semana, lunes, miércoles y viernes. La primera semana fue fácil ya que estaba muy motivado y no me costó nada salir del confort de mi cama para ir a hacer ejercicio.

Pero las semanas siguientes fueron más difíciles porque mi fuerza de voluntad no era lo suficiente fuerte para cumplir mi objetivo: a veces me sentía cansado física o mentalmente, prefería hacer otra cosa, tenía hambre o sueño. A veces simplemente no tenía ganas de ir.

Fallé muchos días. Algunas semanas fui solo un día. Pero seguí intentándolo y al cabo de unas cuantas semanas conseguí mi objetivo.

Hoy en día ir al gimnasio ya es para mí un hábito al que no tengo que dedicar ningún esfuerzo.

2. Evitar hacer algo que te apetece
Se puede usar por ejemplo para: Evitar la comida basura, evitar perder el tiempo viendo la TV o leyendo curiosidades para pasar el rato, concentrarte mejor, ahorrar tiempo, etc.

Supongamos que quieres entrenar tu disciplina para tener la suficiente fuerza de voluntad para evitar gastar compulsivamente cuando ves algo en una tienda que te llama la atención y te mueres de ganas de tenerlo pero no es algo que realmente necesitas.

Este método es el que llamo “el método Gandhi” en honor al hecho que Gandhi dormía con jóvenes desnudas para mantener su libido disciplinada.

Es exactamente el contrario del método anterior:

a) Haz una lista de tiendas que te impulsan a comprar o productos a los que no te puedas resistir.

b) Ordénalas de la que te resulta menos tentadora a la que más.

El resultado puede ser algo parecido a:

Ver el título de un libro interesante
Ver cualquier producto de tu marca favorita.
Pasar por el escaparate de una zapatería.
Pasear por una tienda de ropa.
Estar en una joyería.
etc.
Para entrenar tu disciplina empieza con las tareas que supongan menos esfuerzo para ti y aumenta la dificultad progresivamente.

Cuando la tarea nº1 ya no suponga una gran tentación para ti, pasa a la nº2 y así sucesivamente.

Recomendaciones finales
1. Entrena regularmente
La regularidad y perseverancia son las claves para entrenar tu disciplina con éxito.

De la misma forma que si vas al gimnasio 1 vez al mes no conseguirás más fuerza física, si solo entrenas tu disciplina ocasionalmente no conseguirás más fuerza de voluntad.

Debes entrenar como mínimo 3 veces por semana para notar los beneficios en tu disciplina.

2. Motívate
La disciplina no funciona si no es alimentada por una motivación subyacente.

Si el hombre con la disciplina más fuerte del mundo tuviera un trabajo que no le motivara de ninguna forma seguramente no sería capaz de hacerlo.

Sea lo que sea lo que hagas debes tener un motivo para hacerlo y ese motivo será el que te ayude a reunir la fuerza de voluntad necesaria para hacer algo que no te apetece.

3. Cree en ti
El motivo principal por el que muchas personas tienen una disciplina débil es porque tienen la creencia que ellos son personas sin disciplina y que no pueden cambiar. Su creencia les impide esforzarse a intentar mejorar y por lo tanto su nivel de disciplina no puede crecer.

Como podrás comprobar si entrenas conscientemente tu disciplina, a medida que te esfuerzas para enfrentarte a situaciones que suponen un reto para ti, tu disciplina crece.

¡Pruébalo, el esfuerzo merece la pena!

Fuente: http://www.sebascelis.com/como-entrenar-tu-autodisciplina/