Evolucionar no es una opción; si no avanzas te hundes en tu propio infierno tarde o temprano.
Y digo “evolución” como podría decir TRANSFORMACIÓN. Se trata de desarrollar nuestra parte humana y divina. Y el que no sea una opción está ya a la vista; de forma individual nuestro Ser nos está pidiendo nos posicionemos y tomemos conciencia de nuestro estado real. Y de forma colectiva, responsabilizarnos, pues la misma sociedad se encuentra a la deriva, tan alejados estamos de nuestro Centro y propósito de vida.
Estamos experimentando ya los síntomas de malestar físico relacionados con nuestro cuerpo etérico. Se trata de un proceso de activación que viene de otras esferas superiores y nos está afectando. Cuanta más densidad energética más conflicto interno … los cuerpos físico, mental, emocional y etérico deben purificarse y desintoxicarse, TRANSFORMARSE en una energía más sutil y lumínica.
Si nuestro planeta está en un proceso de cambio a más alta frecuencia y vibración, todos sus habitantes tendrán que cambiar también; no es una opción. Y toda resistencia trae conflicto y dolor.
Mientras vamos avanzando en niveles de comprensión, nuestra conciencia se va expandiendo y se van disolviendo los conceptos, las creencias, los apegos y todas las energías de miedo y rabia… El pasado queda atrás y la mente deja de ejercer control sobre el espíritu.
En el plano emocional igualmente poco a poco se restablecerá la estabilidad y la serenidad. Hemos ido reduciendo la importancia de nuestro Ego para que el corazón pueda sobresalir.
Una vez conseguido todo esto en nosotros comienza la rendición completa a nuestro Ser esencial. Ahora llega el anhelado encuentro con nuestro Maestro interior y la vivencia de otras dimensiones más elevadas de nuestro universo interior.
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