Cuando queremos mantener nuestros hábitos y evitar el cambio, nos escudamos por lo general en la siguiente frase: “Pero yo soy así, no puedo cambiar”
El típico ejemplo es cuando una persona se enoja con otra, le responde mal y luego se excusa diciendo que es su carácter y forma de ser dando a entender que "no puede hacer nada" al respecto.
Este mismo patrón de conducta lo podemos observar en nosotros mismos, cuando nos negamos de cierta forma a cambiar o mejorar en algo. Creemos que se nace de una forma y estamos predestinados a ser así para siempre. Si nacimos malhumorados, nerviosos, músicos o artistas da lo mismo, ya que es algo que viene incorporado en nuestros genes y no hay nada que hacerle.
"Yo nunca fui bueno para las matemáticas"
Cuantas veces hemos escuchado esta frase... Decir esto... ¿No es un limitante acaso para mejorar nuestra matemática?
Uno va formando su persona día a día y si bien podemos atravesar distintos estados y determinar una tendencia en nuestro comportamiento, podemos mediante el esfuerzo y la voluntad cambiar para mejor. Romper barreras. Pasar nuestros límites.
Decirnos a nosotros mismos o a otra persona "Pero yo soy así", "No soy bueno para esto", no son más que frases limitantes que actúan como excusas para no cambiar.
Por ejemplo, si te consideras una persona nerviosa el decir “yo soy así” no cambia la situación. Si realmente quieres cambiar tu forma de ser a una persona “más tranquila”, tienes que reconocer que te gustaría cambiar, y ver bien cómo harías. Es decir establecerte pequeñas metas y cambios de hábitos que te vayan acostumbrando a reaccionar en forma más calma y a vivir con mayor tranquilidad por seguir con el ejemplo.
Solemos auto etiquetarnos para quedarnos en nuestra zona de comfort. Al decir que somos tímidos, miedosos, nerviosos o lo que fuera reconocemos el estado como permanente en donde el cambio no es posible.
El desarrollo personal trata justamente de mejorarnos como seres humanos y es tu responsabilidad y de nadie más el poder elegir cómo te gustaría ser.
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