La energía mueve el mundo; en consecuencia, creo que existe la energía negativa, y la positiva. Todo es energía y está vibrando a una frecuencia. Cuando estás feliz demostrando alegría, tu frecuencia de vibración es alta, te sientes bien y optimista. Las personas amables (dignas de ser amadas) emanan una energía positiva, buenas vibras. Sin embargo, cuando tienes el odio dentro del corazón, la frecuencia de vibración es baja.
Muchos, por ser más intuitivos y/o sensibles, sentimos la energía negativa, la mala intención, llegando al punto que nos agota física, mental y emocionalmente. Por lo tanto, cuando sientes una mala vibra de una persona, quiere decir que no está en la misma frecuencia. Esto sirve para hacerte saber que, ¡cuidado!, tienes que estar pendiente de esa persona. Se conoce como instinto, escúchalo atentamente y haz lo que tengas que hacer sin temor ni perjuicio.
Las personas negativas se darán cuenta de inmediato de tu energía positiva. Al que no le gusta, la evitará, pero la envidia crece en algunas personas. Quiero decir que algunos tratarán de destruir tu felicidad.
Las personas que emanan negatividad succionan, cual vampiro, cualquier cosa positiva. Estas personas han aceptado e incluso aman su vida miserable, y procurarán, consciente o inconscientemente, hacer que otros sean miserables. Viven causando conflictos y caos, así se desarrollan y terminan llevándose tu energía, dejándote empobrecido y miserable.
Tienes que aprender a mantenerte en calma, en lugar de reaccionar a su comportamiento. Aprende también a manejar las situaciones sin que te rebajen, evitando esos conflictos. Si la situación se va de las manos, la abandonas y ya.
Utiliza tu bondad y felicidad para atraer energía positiva. No necesitas gente negativa o tóxica cerca, mantén el contacto al mínimo. Si por obligación (p.ej.: relación laboral o compromiso social) tienes que estar con ellos, intenta que no entre en tu circulo intimo o vida personal… y si ya ha entrado elimínalo/elimínala a la brevedad. En muy poco tiempo vas a ver cómo la ausencia de esta persona comienza a tener efecto positivo, liberándote de problemas, conflictos y malestares, y dejándote toda esa energía libre para ser ocupada en otras cosas más importantes.
Una buena manera para discernir entre un “vampiro emocional” y una persona que tan solo está pasando por un mal momento, es descubrir qué es lo que ha hecho por crecer como persona, a aprender nuevos hábitos, a sacar de su vida los comportamientos que no han traído buenos resultados. La gente negativa se caracteriza por ser muy arrogantes, no tienen nada que aprender, nunca se equivocan y sus problemas son generados por “otros” que no los dejan vivir “libres”.
Aunque suene antisocial y poco misericordioso, he aprendido que “hay gente que es mejor perderla que encontrarla”.
Un abrazo fraterno,
Jaime Escobar Boys