Espejo, espejito, dime me quiero o no me quiero?

Espejo, espejito, dime me quiero o no me quiero?

“El amor es la cura milagrosa, si nos amamos aparecen los milagros en nuestra vida”. (Louise L. Hay en su libro “Usted puede sanar su vida”).

La autoestima funciona como un motor en nuestra vida, habla de cómo nos percibimos y comportamos y de lo que esperamos del otro, amarse es transformarse cuando sea necesario, intentar cambiar lo que no nos guste, afrontar los problemas y tomar las riendas de nuestra vida. “La auténtica autoestima está en la necesidad de encontrar un lugar entre los demás, de reconocer y quitar importancia a las propias imperfecciones, o de hacer algo en lugar de ensimismarse” (“Prácticas de Autoestima” Christophe André psiquiatra francés).

La clave para determinar nuestro futuro y nuestra autoestima se encuentra en nuestra mente, en lo que pensamos de nosotros mismos, de nuestra actitud ante los hechos del día a día, como son los problemas, los fracasos, los éxitos, o lo que la gente piensa; pero no puedo controlar el pensamiento de los demás, ni los hechos pasados o futuros, pero si puedo

controlar lo que pienso y mi actitud, yo puedo determinar que quiero sentir con mis pensamientos, “las emociones no se cuestionan, se cuestionan los pensamientos” .(Rafael Santandreu, psicólogo catalán)

Es posible cambiar lo que hemos aprendido, la autoestima se va generando desde que nacemos, no se trata de culpar a nuestros padres o a las personas que nos educaron porque ellos también hicieron lo que sabían y lo que les enseñaron. Afortunadamente las huellas que dejan nuestras experiencias del pasado van modificándose con nuevas experiencias, pero también nosotros podemos cambiarlas, podemos interpretar esas huellas, aunque también podemos equivocarnos y si no actuamos nos quedaremos como somos, sin evolucionar, depende de nosotros ser felices o infelices, “nuestra infelicidad es el peaje de nuestra libertad” (Eduard Punset Científio español), todo dependerá de la actitud que tomemos.

Sarah Blakemore se refiere a la “plasticidad cerebral”, como las experiencias personales que dejan una huella en nuestra estructura cerebral y esto va cambiando conforme aprendemos cosas nuevas, lo que se conoce como la sinapsis, es decir la conexión entre neuronas lo que a su vez permite que estas se multipliquen; según investigaciones científicas recientes, lo bueno e interesante es que esto puede suceder a cualquier edad, antes se creía que solo era posible en la niñez y parte de la adolescencia; sabiendo todo esto no tenemos excusa para paralizarnos y no dar el paso definitivo para elevar nuestra autoestima y poder ser más felices.

Creo que deberíamos detenernos un momento y pensar en cambiar, no ganamos nada con enfadarnos por ser de una forma u otra, el enfado atrae más enfado y así no avanzamos, desperdiciamos un tiempo valioso que podríamos usar en nuestro cambio, en vencer el miedo, no seremos nunca felices si nos aferramos a ese dicho “más vale malo conocido que bueno por conocer”, porque entonces estaremos aceptando la derrota antes de haber empezado a intentarlo.

“Con buena autoestima se es ambicioso sin ser codicioso, poderoso sin ser prepotente, asertivo sin ser agresivo, inteligente sin ser arrogante, humilde sin ser servil, comprensivo sin ser idiota”. (Lair Ribeiro en su libro “Aumenta tu Autoestima”)

“Si queremos cambiar, debemos empezar por reconocer que necesitamos hacerlo, buscar ayuda para cambiar, elaborar un plan y realizarlo” (Fátima Parra experta en Inteligencia Emocional)

Los trabajos con el espejo son muy poderosos, porque la mayoría de mensajes negativos que recibimos de niños venían de personas que nos miraban directamente a los ojos. “Mirarse directamente a los ojos y expresar algo positivo sobre uno mismo es, en mi opinión, la manera más rápida de obtener resultados con las afirmaciones” (Louise L. Hay en su libro “Usted puede sanar su vida”). Ella nos recomienda dos ejercicios para mejorar nuestra autoestima:

Ejercicios con el espejo.
1.- Pronunciando primero nuestro nombre decimos frente a un espejo y mirándose a los ojos: “Te amo y te acepto exactamente tal como eres”. Yo les digo que tenéis que hacerlo de forma muy consciente , puede resultar bastante difícil en un comienzo, más para alguno de nosotros que para otros, porque seguro que descubrimos que es lo que no nos permite amarnos como nos merecemos y, que es lo que debemos cambiar para abordar nuestro proceso de crecimiento.

2.- Otro ejercicio es repetir la siguiente frase frecuentemente: “Estoy dispuesto a cambiar”, repetir esta frase reiteradamente, tocándose la garganta, Louise L. Hay dice que “en el cuerpo la garganta es el centro energético donde se produce el cambio, al tocártela reconocerás que estás en un proceso de cambio”. Esto mismo lo reforzamos repitiendo la frase mirándonos en el espejo.

Todos los días deberíamos realizar este ejercicio, creo que todos tenemos un espejo en casa, al menos intentarlo ya es dar el primer paso.

Los expertos recomiendan otras 5 formas para elevar nuestra autoestima:
-Elogiarnos a nosotros mismos, que guapo/a estoy, soy fantástico/a, soy un hacha, etc.

-Practicar formas de elevar nuestras endorfinas cada día para aumentar nuestra felicidad

-Redescubrir nuestras virtudes y capacidades

-Valorarnos y ser realistas.

-Quitar de nuestra forma de hablar los “debería”, y reemplazar esta palabra por “me gustaría”, ”preferiría”, “me conviene”, “tengo que”, así quitamos la presión, la angustia y sentimientos de culpabilidad, y la sensación de sentirnos obligados como cuando decimos “debería dejar de fumar, debería estar más delgado, debería estudiar más, o debería ser menos tímido” (Fátima Parra experta en Inteligencia Emocional).

La autoestima nos conduce hacia el camino de la felicidad , nos permite sentirnos más plenos y disfrutar mejor de la vida, por lo tanto nuestra calidad de vida también mejorará.

Fuente: http://comoserfeliztodoslosdias.wordpress.com/2012/04/30/espejo-espejito-dime-me-quiero-o-no-me-quiero/