UN AUTÉNTICO NEGOCIO: EL MERCADO DE LO ESPIRITUALMe llama la atención como en los últimos años la espiritualidad es cada vez más un negocio. Cada vez hay más tiendas, libros, revistas, DVDs, etc. en los que se nos vende la espiritualidad. Y el mayor problema no es que se nos venda, sino qué es lo que se nos vende: un material, en general, de ínfima calidad, de digestión fácil o predigerido, descafeinado, light y mediocre. Todo ello se resume en autoayuda, Nueva era, magia y poco más… ¿Somos realmente tan idiotas como para merecer esto? ¿Nos lo merecemos realmente?
La parte positiva es que si esto “vende” es porque cada vez son más las personas que buscan, que necesitan respuestas y sentido para sus vidas. Pero todo buscador necesita brújulas o mapas y, con la pérdida de contacto con las tradiciones espirituales y filosóficas, de nuestra historia, también hemos perdido capacidad crítica, información o referencias sólidas. Lo del pasado ya no vale porque es más fácil lo moderno y mejor si está en inglés (de ahí que venda más decir mindfullness que vipassana, aunque estemos hablando de una misma práctica). Un texto sagrado no interesa porque muchas veces hay que saber de la historia, leer concentrados y atentos, porque tiene diferentes niveles de lectura o el propio texto nos provoca, mediante paradojas a mirar más allá (algo que también requiere su esfuerzo).
Mejor que leer la Biblia, o el Corán o el Bahavad Gita es comprar un libro lleno de fotos o dibujos estridentes, o leer un cómic, o que nos digan en dos palabras qué quieren decir realmente estos libros sagrados y así ya no necesitamos pensar nada, ni dedicar tiempo a leerlos. Y mejor aún si en un show televisivo un famoso nos habla de sus experiencias espirituales y nos da dos recetas sencillas para asegurarnos la iluminación o nos lo dicen en una charla con lenguaje de macarra de discoteca o nos lo cuentan en una película de acción.
¿Qué nos pasa que queremos las cosas cada vez más simples? ¿Estamos involucionando como especie? ¿Volverán los Neanderthales? ¿Es realmente un camino espiritual simplificar la espiritualidad? Tanta facilidad suena a la tentadora posibilidad de estar en forma sin moverse.
Todo esto parece una nueva trampa de nuestros egos, que sobrealimentados de comodidades y de soberbia no quieren más que ser amos y señores de nuestro ser. Una buena manera de no encontrar la genuina espiritualidad es pensar que ya la hemos encontrado y que ya estamos “iluminados”. Y así, nuestros egos tan contentos en su globo de inflacción y vanidad, inundados de ceguera. Pues ¿no somos más manipulables si no pensamos y preferimos alimentarnos de “humo” que de oxígeno?
Parece conveniente ser más cuidadosos, no sea que este nuevo “opio del pueblo” nos adormezca ya del todo. Recordemos, por si se nos olvida aquello que Jesús dijo de los mercaderes en el templo…
Fuente:
http://maribelium.blogspot.com.es/2011/04/un-autentico-negocio-el-mercado-de-lo.html