El sentimiento de culpa aparece cuando lo que hacemos no responde a lo que creemos que debemos hacer (el modelo que tenemos interiorizado). Durante la infancia se desarrolla el sentimiento de culpa por miedo a que dejen de querernos, por ejemplo, cuando lo padres riñen a un niño y el niño cree que los padres ya no le van a querer cambiará su conducta para mantener su cariño.
La culpa es seguramente, uno de los pocos sentimientos que no aporta absolutamente nada positivo. Este sentimiento puede llevar a la persona a deformar la visión de si misma, anular la personalidad para intentar agradar, sentir que no vale para nada y que no merece el amor, por lo que en muchas ocasiones acaban con personas que las infravaloran y acrecientan esos sentimientos.
Es difícil luchar contra el sentimiento de culpa, ya que es un patrón que adquirimos en la infancia y nos persigue a lo largo de toda la vida. Lo más importante es realizar un gran trabajo personal y deshacernos del concepto de "bueno" y "malo, "blanco" y "negro". Hemos de deshacernos de los viejos patrones para aprender a aceptarnos tal y como somos, a querernos y a ser un poco menos perfeccionistas.
Algunos minerales nos pueden ayudar a romper con los viejos patrones. Es importante aprender a querernos tal y como somos, intentando siempre hacer las cosas lo mejor posible y aprendiendo de los errores sin torturarnos. Para este tipo de trabajo personal los minerales como el aguamarina, el larimar, el lapislázuli o la turquesa nos pueden resultar de gran ayuda.
Cabe destacar el olivino, que además de romper viejos patrones nos ayudará a potenciar la autoestima y reducir el sentimiento de culpa.
Este es un trabajo largo, que debemos plantearnos como un nuevo camino a seguir en el que paso a paso iremos progresando hacia el amor a nosotros mismos.
http://www.areamineral.com/propiedades/emociones/culpabilidad.htm