Los síntomas, por lo general, empiezan al final del otoño o al principio del invierno, y desaparecen para el verano. Un tipo mucho menos común de SAD por sus siglas en inglés -, conocido como depresión que comienza en verano, por lo general, comienza al final de la primavera o al principio del verano y desaparece para el invierno. Es posible que el SAD esté relacionado con los cambios en la cantidad de luz solar durante diferentes momentos del año.
Los síntomas de SAD pueden variar entre distintas personas, y son similares a los que se desarrollan en otros tipos de depresión. Entre los síntomas corrientes están:
-Decaimiento durante la mayor parte del día
-Pérdida de interés en sus actividades habituales
-Somnolencia e indiferencia (letargo)
-Necesidad de dormir más y dormir más de lo habitual
-Comer más de lo habitual, especialmente ansiar carbohidratos, lo que conduce a aumentar peso
-Pérdida de interés en el sexo (pérdida de libido)
-Cambios de estado de ánimo y excesiva energía en primavera y verano
Los síntomas del SAD que comienza en verano (10 por ciento de las personas que padecen el trastorno afectivo estacional) incluyen:
-Falta de apetito
-Pérdida de peso
-Insomnio
-Irritabilidad y ansiedad
-Inquietud
Además de la escasez de luz, se cree que dos de las causas más habituales para el transtorno afectivo pueden deberse a:
-La serotonina, que juega un papel en el estado de ánimo, el apetito y el sueño. Se cree que las personas con SAD puedan tener niveles anormalmente bajos de sustancias químicas tales como serotonina en invierno.
-La melatonina que es una hormona que afecta los patrones de sueño y de estado de ánimo. Las personas con SAD pueden responder a una disminución en la luz secretando más melatonina que las personas que no tienen SAD. No obstante, medicamentos diseñados para suprimir la secreción de melatonina no detienen los síntomas de SAD, por lo este no es el único factor.
De entre los tratamientos más frecuentes utilizados para tratar el Trastorno afectivo estacional, destacan:
-La luminoterapia o Fototerapia ocupa la luz para tratar las enfermedades esta incluye desde los rayos del sol, la radiación infrarroja, radiación ultravioleta y la luz blanca. Esta se utiliza para los espasmos musculares, como descontracturante, cicatrizante y en infecciones heridas o ulceras. Principalmente se ocupa la lámpara infrarroja y los rayos U.V. para su aplicación. La luminoterapia o fototerapia, en sentido estricto, debe entenderse como el empleo terapéutico de la luz. Las camas de bronceado no se deben utilizar para tratar el trastorno afectivo estacional. Las fuentes de luz de las camas de bronceado tienen alta concentración de rayos ultravioleta (UV), que dañan los ojos y la piel.
La terapia de luz es uno de los tratamientos de primera línea para el trastorno afectivo estacional. Por lo general, comienza a trabajar en dos a cuatro días y provoca pocos efectos secundarios. La investigación sobre la terapia de luz es limitada, pero parece ser eficaz para la mayoría de la gente en el alivio de los síntomas del trastorno afectivo estacional.
-Los antidepresivos comúnmente usados para tratar el trastorno afectivo estacional incluyen la paroxetina, sertralina, fluoxetina y venlafaxina. Los que se recetan más comúnmente para el SAD incluyen:
Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (SSRI, por sus siglas en inglés), como paroxetina (Paxil) y sertralina (Zoloft). Los SSRI suelen probarse primero.
Otros antidepresivos, como bupropión (Wellbutrin) y venlafaxina (Effexor).
El SAD solo puede ser diagnosticado por un médico, quien te preguntará si:
-Has estado deprimido durante la misma estación y ha mejorado cuando cambian las estaciones durante al menos 2 años seguidos.
-Tienes síntomas que suelen presentarse con el SAD, como, por ejemplo, si tienes mucha hambre (especialmente con antojos de carbohidratos), has aumentado de peso o si duermes más de lo habitual.
-Si alguien de tu familia ha padecido SAD.
También es posible que tengan que hacerte análisis de sangre para descartar otras afecciones que pueden causar síntomas similares, como niveles bajos de la hormona tiroidea, entre otros; tu médico también puede hacerte una evaluación de salud mental para tener una mejor idea de cómo te sientes y de lo bien que puede pensar, razonar y recordar antes de indicar el tratamiento pertinente.
Hacer ejercicio regularmente es una de las mejores cosas que puede hacer por sí mismo. Exponerse más a la luz del sol también puede ayudar, de modo que trate de salir al aire libre para hacer ejercicio cuando haya sol. Estar activo durante los momentos de luz solar, especialmente temprano por la mañana, puede ayudarlo a tener más energía y a sentirse menos deprimido.
http://optimistas.es/page/3/