No hay nada más valiente y positivo que afrontar las cosas.
Pues sí. La frase puede que esté cargada de tópicos, pero no hay nada más cierto que para poder solucionar las cosas, simplemente se han de afrontar con franqueza y desde la más cruda realidad. Aquí van unos cuantos pasos.
Primero la actitud.
Para afrontar cualquier cuestión, sólo se requiere la actitud de escuchar y comprender lo que sea que ocurra. Conocer la verdad, nos dará las pistas necesarias para construir una estrategia que nos permita superar o resolver cualquier circunstancia.
Se ha de escuchar.
En segundo lugar saber escuchar. No basta con oír lo que nos cuentan o leer lo que pasa. Es importante el ejercicio de escuchar. Tanto lo que nos dicen como lo que nos escriben. Y si, lo he dicho bien: podemos leer un informe sin comprender lo que ocurre o fijándonos lo necesario para entender los mensajes.
Informarse al máximo.
En tercer lugar está en tener toda la información que se pueda. Eso quiere decir en no obviar nada y tener la capacidad de tener todo aquello que nos permita tener el máximo de información que nos sea posible y por lo tanto, poderla clasificar y ordenar para nuestra mejor comprensión.
¿Formamos parte del problema?
Conocer cuál es nuestra situación en el escenario del problema, es nuestro siguiente paso. Conocer nuestro grado de implicación en aquello que analizamos nos permitirá conocer nuestro nivel de participación hasta ese momento, en el problema en sí.
Razonemos
Justo después está el razonamiento. Aquello que nos permite, con todos los datos disponibles, y reconociendo todos los pasos, con el fin de haber puesto voluntad, capacidad de escucha, estar bien informados e identificarnos dentro del problema.
Contemplemos las soluciones
Es el momento de hacer una lista con las posibles decisiones y sus consecuencias. En este preciso momento, necesitamos ser sensatos y conocer qué va a ocurrir si nos decidimos por cada una de las posibles soluciones, o bien reconocer que no encontramos soluciones. Si estamos en el caso de no conocer la solución, debemos realizar un paso intermedio.
Si es necesario, busquemos ayuda
Hay muchas personas de las que nos imaginamos decididas a echarnos una mano. Debemos buscarlas. Debemos consultar y buscar quien nos pueda ayudar en la búsqueda de soluciones. La visión de un tercero, puede llegar a ser fundamental.
Decidamos
Este es el paso importante en todo este proceso, el de tomar decisiones. Es precisamente ese punto en el que una vez acumulada y procesada toda la información, debemos decidirnos por aquella decisión que va a ser la más razonable y la que nos permitirá alcanzar la solución.
Tener previsto el Plan B
También puede ocurrir que no sea la mejor solución y que veamos que podemos tener otras formas de superarlo, justo en ese momento, debemos dar un paso atrás y buscar cualquier otra que nos permita alcanzar nuestro objetivo.
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