1. Ser fiel a uno mismo. Mantener una postura congruente respecto a tus ideales o creencias te permite ser una persona confiable debido a que cuando se cambia de opinión según las circunstancias o conveniencias se deja de ser coherente con uno mismo.
2. Defender las propias ideas. Ser firme en las convicciones, palabras y pensamiento brinda seguridad y confianza al resto de las personas, de esa manera se promueve un mejor acercamiento y relación con quienes convivimos día a día.
3. Buscar ayuda. Es muy importante la autocrítica y tener un buen nivel de propia exigencia, sin embargo nadie está exento de equivocaciones, por lo que es inteligente reconocer el momento adecuado para pedir ayuda. Esto fomenta un mayor crecimiento y humildad, factores de crecimiento y confiabilidad.
4. Autoaceptación extrema. Saber valorar los aspectos positivos y cualidades propias, así como reforzarlas y estimularlas, son aspectos que conforman la autoestima, por lo que sentirse seguro de uno mismo irradia seguridad.
5. Lenguaje corporal. La postura corporal influye en la forma de pensar de uno mismo y en la opinión que los demás tienen acerca de esa persona, según un estudio de la Universidad de Ohio. Por ejemplo, sentarse de forma correcta es un signo de confianza en uno mismo; en cambio, sentarte encorvada refleja la inseguridad de la persona y hasta aburrimiento.
Sin embargo, cuando se dejan de cultivar este tipo de características o cualidades, se afecta tanto el crecimiento de la persona, como su entorno, las relaciones con su medio y se destina al fracaso a la mayoría de los proyectos emprendidos, sean laborales o personales