No es posible cambiar el comportamiento y la actitud de otros, a menos que ellos deseen hacerlo. De manera que insistir en ello hasta el punto de convertirlo en una obsesión puede ser un error y muy peligroso para nuestra salud y bienestar.
Una de las tareas más difíciles consiste en aceptar a las otras personas tal como son, especialmente si son cercanas a nosotros y pensamos que tienen ciertas actitudes, hábitos y comportamientos que no les permitirán salir adelante, mantener buenas relaciones personales, ser felices, cumplir sus metas e independizarse. Pero, lo cierto es que aun a pesar de que se los digamos y tratemos a través de sermones o consejos amorosos y hasta manipuladores insistir en que lo hagan, lo único que conseguiremos, si continuamos presionando, es que cierren la puerta de la comunicación, se rebelen, se resientan y decidan distanciarse de nosotros, con el agravante, en algunos casos, de que se tornen más obstinados en el comportamiento o la actitud de la que les hemos hablado.
Podemos ciertamente compartir con ellos nuestras observaciones y sugerencias, pero igualmente tendremos que aceptar el hecho de que solo cambiarán cuando estén listos esencialmente para hacerlo. Todo proceso de cambio es individual y solo podemos realizarlo a través de nuestra conciencia, voluntad y trabajo personal.
Vale la pena hacerles saber que siempre podrán contar con nosotros, aun cuando terminen haciendo algo equivocado.
Claves para inspirar a otros
Expresa tu apoyo incondicional. La próxima vez dile a la persona: "Estoy dispuesto a ayudarte a salir de donde estás. Quiero que sepas que puedes contar conmigo. Cuando estés listo, llámame. No quiero que sientas que estoy persiguiéndote para que lo hagas".
Comparte tus sugerencias. Acércate a la persona y cuéntale lo que piensas, explícale de qué manera sus actitudes o su comportamiento están afectando negativamente su vida. Dile claramente que no tienes ningún interés personal en ello y recuérdale que solo ella puede cuidarse de sí.
Cuenta alguna experiencia personal. Muchas veces compartir con otros la historia de alguna situación personal parecida a la que atraviesan ellos puede hacer que se interesen y se abran a la comunicación. Además, si puedes contarles qué te impulso a cambiar y en cuáles herramientas te apoyaste para lograrlo, puede ser muy positivo.
Recordemos que lo que hagan nuestros amigos, seres queridos, conocidos y desconocidos está fuera de nuestro control. No podemos hacer que todo funcione como nosotros desearíamos, no podemos cambiar a los demás, aun cuando el beneficio de ese cambio sea para ellos mismos. Pero sí podemos ser amables, pacientes, tolerantes, comprensivos y solidarios para brindarles nuestro apoyo en todo momento.
http://www.estampas.com/cuerpo-y-mente/mente-y-espiritu/120729/querer-cambiar-a-los-demas