Pasar una temporada a solas después de una ruptura es positivo porque permite cerrar heridas, desengancharse de la antigua pareja y reflexionar acerca de cómo te gustaría que fuera tu nueva relación.
Así, es un buen punto de partida si estás dispuesta a superar barreras y creencias que te limitan. No lo es cuando consideras que tus experiencias previas te han condicionado demasiado, que prefieres quedarte en casa antes de volver a sufrir o que es imposible encontrar a tu pareja ideal.
Si tomas la decisión de volver a intentarlo, ¡enhorabuena! Pero antes, ten en cuenta una serie de aspectos que te ayudarán a elegir mejor y evitar sufrimientos innecesarios.
1. Piensa en el futuro. ¿Qué tipo de relación te gustaría tener? Podría ser una amistad íntima sin compromiso, pero también una pareja estable con la que crear una familia. Son dos puntos de partida muy diferentes y es importante que sepas qué es lo que quieres, cuál es tu proyecto de vida.
2. Ahora, repasa el pasado. ¿Qué aspectos de tus anteriores relaciones te han hecho sufrir? ¿Qué actitudes o tipos de personas no te convienen? ¿Qué es lo que no estás dispuesta a tolerar o a repetir?
3. En este punto, cuando ya sabes lo que no deseas, rememora los aspectos positivos de tus relaciones anteriores: ¿Qué echas de menos? Por ejemplo, tener una persona cariñosa a tu lado o alguien que realmente sepa escuchar. Enumera las virtudes de tus anteriores relaciones y parejas, aquello que te gustaría volver a vivir.
4. Es posible que al hacer esa lista te asalten la tristeza, la nostalgia e incluso el temor de no volver a encontrar una persona que te quiera de verdad. Está bien, no huyas de las emociones intensas. Respira hondo, deja que te atraviesen y no luches contra ellas, no te juzgues o te critiques.
5. Bien. Ahora ya sabes qué es lo que no quieres, y también lo que sí quieres. Incluso has dejado que los recuerdos dolorosos afloren a la superficie y con ello se vuelvan más dulces y menos incómodos. Sigamos con la lista.
6. Da rienda suelta a tu voz interior y escribe sobre tu futura relación. Déjate llevar. No se trata de escribir un texto perfecto ni de que nadie lo lea. Es una hoja de ruta para ti misma. Tampoco te obsesiones intentando controlar todos los detalles. La vida tiene sus propias ideas al respecto. Piensa sobre todo en las cualidades que te gustaría encontrar en tu nuevo compañero, y deja que el destino se encargue de detalles como su altura, su profesión o el color de sus ojos. Por ejemplo, puedes poner: que me resulte físicamente atractivo, que sea una persona generosa, que no mienta, que cumpla su palabra.
7. Incluye en la lista las cualidades negativas, para tener bien claro que no son negociables y que no vas a volver a pasar por ahí. Puedes decirte a ti misma “nunca más un hombre que me haga sentir insegura con su actitud hacia mí” o “que critique mi físico”. Y después, comprométete contigo misma a cerrar la puerta a ese tipo de actitudes.
8. Utiliza la visualización, es una herramienta muy poderosa para crear una imagen mental de lo que queremos. El cerebro no distingue si la “película” está sucediendo en la realidad o en la imaginación. De modo que si visualizas algo placentero, tu organismo generará hormonas del bienestar que te harán sentir mejor. Además, la sensación penetra en la mente subconsciente, que es donde habitan creencias como “no merezco”, “no va a salir bien” o “nunca encuentro lo que busco”.
En resumen:
· Descubre qué es lo que no quieres y comprométete contigo misma a no volver a tolerarlo.
· Pregúntate qué quieres realmente y cuáles son las cualidades de tu hombre y relación ideal.
· Permítete sentir tus emociones para poder liberarlas y cicatrizar heridas.
· Visualiza la relación que anhelas y convéncete a ti misma de que vas a encontrar a esa persona especial.
http://consejosamor.about.com/od/Atraccion/a/C-Omo-Prepararte-Para-Conocer-A-Tu-Pareja-Ideal.htm