Una de las cosas más difíciles de asumir es que tenemos la culpa de no realizar ciertas actividades, simplemente no nos responsabilizamos y tomamos la salida más sencilla: decir que otro tiene la culpa de nuestros errores.
Es cierto que es la salida más sencilla, sin embargo, nos llena de mediocridad, puesto que a nadie excepto a nosotros nos interesa nuestra superación personal, ya que relegar la culpa a alguien más solo nos deja con la opción de estancarnos.
¿Por qué nos estancamos?
Es más sencillo no darnos cuenta de nuestros errores que aceptarlos e intentar hacer algo por cambiarlos, tal vez esta sea la razón por la cual preferimos evadir nuestra responsabilidad.
Sin embargo, algo curioso de destacar es que podemos hacer que otras personas se estanquen gracias a nuestra actitud, como seres humanos no podemos ir solos totalmente por la vida, razón por la que nuestra mediocridad afecta a otros que no pueden hacerse cargo de los errores que comenten y además sumar los nuestros.
Para salir de este círculo vicioso debemos tomar en cuenta que todos podemos cometer errores y que nosotros los estamos cometiendo, hacernos cargo de las cosas que realmente son nuestra obligación y aceptar que no todo ha sido culpa de otros es el primer paso en nuestra superación como personas.
Dar más de lo que se nos pide y reforzar los conocimientos de los demás para que podamos trabajar como un equipo es parte de nuestra función en la vida y en cualquier puesto de trabajo, esas personas no solamente nos agradecerán, sino que puede también darse el caso en el cual se nos recompense por estas acciones.
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