Buscas una mayor abundancia de bendiciones? El bien que anhelas ya está aquí, abundante y feliz, deseando que le des permiso de entrar a tu experiencia. Cesa tu movimiento ansioso, porque el único lugar al que necesitas llegar es al tranquilo jardín de tu Ser Interior. Es allí donde encontrarás la puerta interdimensional por la que pueden entrar la abundancia y el éxito ilimitados que ahora mismo están tocando, clamando por transformar tu existencia.
Cada persona debe forjar su propia llave para abrir este portón alquímico, al ir despertando su imaginación creativa, su fe y su amor. Te sorprenderá lo fácil que resulta cuando apliques las siguientes claves.
Primero, renueva tu contacto con el soñador, la soñadora que hay en ti, trayendo a tu mente la imagen de tu abundancia y éxito anhelados. Recuerda: la abundancia más miilagrosa, gozosa y asombrosa es justo la abundancia que ha sido dispuesta para ti, facilita su aparición en tu experiencia al brincar cualquier barrera de limitaciones que hayas erigido en tu mente, esos obstáculos supuestos de tiempo, aquello que parece no estar a tu alcance; las limitadas opiniones ajenas, o lo que no hayas podido realizar hasta ahora. Son tan solo pormenores del plano material, los que irá superando la Fuerza Creadora que hay en ti en cuanto arraigues en tu mente la imagen clara de tu bien superior.
Cuando estés seguro, segura, de estar en contacto con tu sueño de abundancia, el más gozoso y milagroso, plásmalo por escrito.
Entonces, toma otra iniciativa poderosa en conciencia, la que consiste, ¿lo puedes creer?, en darte permiso mental a ti misma, a ti mismo, y a todos los demás de vivenciar su abundancia milagrosa. Con este acto irás borrando los bloqueos a tu bien, impuestos por los sentimientos de culpa y de condena hacia ti y hacia los demás. Inicia este movimiento en conciencia al repetir el siguiente decreto durante siete minutos, con toda la atención y relajación propias del recinto mágico del soñador interno:
Me amo y me permito recibir la felicidad y éxito plenos que Dios tiene para mí ahora.
Entonces, consolida el circuito alquímico al compartirles el mismo permiso a los demás desde el fondo de tu corazón. Ve repitiendo el siguiente decreto durante quince minutos, enviándolo a cuanta persona se atraviese en tu camino o en tu recuerdo, especialmente a los que hayas criticado en palabra o pensamiento:
Te amo y te permito recibir la vida plena, feliz y exitosa que Dios tiene para ti ahora.
Haz de las imágenes y decretos sugeridos un pilar de tus hábitos cotidianos durante un mes como mínimo. Lleva contigo la declaración de abundancia que escribiste para de esta forma sostenerte en la mentalidad abundante a toda hora. Úsala cuando sientas la necesidad de beber de las mágicas aguas de tu jardín interior.
El Maestro Superior está contigo, guiándote a tu abundancia gozosa y milagrosa, interna y externa, ahora y en todo momento.
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