La falta de concentración es un gran problema a la hora de trabajar, estudiar o realizar tareas que necesariamente requieren de nuestro foco. Usualmente la falta de concentración se asocia a estados depresivos, momentos emociones vulnerables, déficit atencional, aunque tengamos en cuenta que no necesariamente debemos caer en estos grupos para vivenciar la desconcentración. En este artículo les comparto unos muy buenos consejos para poder potenciar y sacarle provecho a su concentración.
Algo importante con lo cual comenzar es saber qué es lo que queremos hacer este día. Tener objetivos diarios claros, específicos y realistas será el puntapié inicial.
Si debemos hacer una tarea demasiado elaborada, siempre nos vendrá bien poder dividir esta tarea en pequeñas actividades más manejables. Poder ser capaces de ir cumpliendo con los puntos establecidos nos brindará más motivación.
Piensa cuál es tu momento de mayor productividad, ¿es acaso por las mañanas, las tardes, la noche? Monitoréate y préstate atención para descubrirlo.
Elimina todo aquello potencialmente distractor, como el celular, internet, los snacks, la televisión. Mantén tu lugar de trabajo ordenado. Ten a tu alcance todo lo que puedas necesitar. Si estás trabajando en un ambiente ruidoso, ponte unos auriculares o unos tapones para los oídos.
Descansa. Hay distintas técnicas que nos dicen que deberíamos intentar trabajar 25 minutos de corrido y luego descansar, tú encuentra tu propio ritmo. Lo que sí debes tener en cuenta es que la atención disminuye luego de los 90 minutos, así que quizás sea conveniente descansar luego de este período de tiempo para recargar energías. Y también agrego que hay que dormir bien, si nuestra mente está extenuada no va a poder funcionar con toda la energía que necesitamos.
Recompénsate una vez que hayas logrado uno de tus objetivos, puede ser tomarse un café, leer, jugar, mirar la televisión un rato, tú eliges.
Intenta no prestar atención a los estímulos exteriores, como portazos, gritos, ruidos, etc. Siempre vuelve a lo que estás haciendo, una y otra vez.
No dejes que las preocupaciones te inunden. Si estás atravesando por un momento difícil, puedes elegir pensar en tus problemas en un momento acotado del día, no cuando estás estudiando o trabajando. Esta técnica de posponer pensar en lo problemático ayuda porque circunscribe los pensamientos negativos a un momento específico del día, requiere mucha práctica pero es útil. También ten cuidado con las fantasías si tienes una imaginación muy activa haz lo mismo, dedícale un tiempo a ellas pero más tarde.
Ciertas personas encuentran la música inspiradora, si es tu caso, no dudes intentar hacer tu tarea mientras escuchas tus canciones favoritas.
En el caso del estudio, ayuda hacer esquemas, subrayar, tomar notas, utilizar colores. Tenemos que pensar en la opción de acudir a la biblioteca si estamos demasiado distraídos en casa. Si te aburres fácilmente, alterna el material de estudio, no estudies demasiado tiempo la misma materia. Ten cuidado con los juegos de computadora o PlayStation, guárdalos como premio una vez que hayas concluido lo que estabas haciendo.
Espero que pongan en práctica estos consejos y puedan explotar su concentración a pleno. Poder hacer una tarea y perderse en ella resulta ser muy satisfactorio y también productivo.
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