Pueden identificarse en múltiples ámbitos y situaciones a través de distintos decires que dan cuenta de un entendimiento erróneo y prejuicioso de la sexualidad humana. Ejemplos paradigmáticos de estas concepciones pueden hallarse en opiniones como las siguientes:
La sexualidad empieza en la adolescencia. Es lo que hacen un hombre y una mujer cuando están juntos. Pero la sexualidad no es algo bueno, no podemos hablar de ella en cualquier lado.
Una muchacha no puede embarazarse la primera vez que tiene relaciones sexuales.
Las mujeres se ponen insoportables cuando le viene la menstruación.
Una muchacha puede quedar embarazada aún si un muchacho no eyacula dentro de ella.
Los hombres tienen necesidad urgente de relaciones sexuales y no se pueden
controlar.
El varón debe llevar la delantera en las relaciones sexuales.
Los hombres no lloran.
Un hombre con un pene más grande puede satisfacer más a una mujer que un hombre con un pene pequeño.
Masturbarse puede producir enfermedades mentales, incluso puede generar la aparición de pelos en las manos.
El VIH tenía que venir, es una manera de terminar con la liberación sexual de los últimos años.
¿Por qué tengo que preocuparme del SIDA si no soy homosexual, ni drogadicto y tengo una pareja estable?
Estos mitos y prejuicios han generado siempre discriminación. Discriminar es la acción de separar, de dividir, de mantener aislado a quien se considera diferente; es privar a alguien, debido a su diferencia, de gozar de los mismos derechos que el resto de las personas. Discriminar es no aceptar las diferencias, pretender que todos sean iguales a uno, acercarse sólo a aquellos idénticos a uno, cerrando espacios de inter,cambio social.
http://hombresexualidad.blogspot.com.ar/2012/08/mitos-y-prejuicios-en-torno-la.html