En sexualidad existen muchos mitos. Los mitos son creencias falsas que, por el peso de la cultura, se aceptan como verdaderas. En otras palabras, un mito es una mentira.
A continuación te presentamos los mitos más comunes asociados a la primera relación sexual:
1. La primera vez no embaraza. Mentira.
Ésta es una creencia sostenida por el 15% de los adolescentes que ya tuvieron su debut sexual. Esto se traduce en el aumento de las niñas madres.
Concluimos diciendo que basta una sola relación sexual en días fértiles de la mujer, aunque sea su primera vez, para que resulte en un embarazo.
2. Si termina afuera no pasa nada. Mentira.
El ‘coitus interruptus’, o lo que vulgarmente se denomina ‘terminar afuera’, es un método anticonceptivo muy usado, pero no recomendado. En los juegos preliminares, el hombre despide de su pene una o dos gotitas fisiológicas que sirven para alcalinizar la uretra. El hombre orina y eyacula por el mismo canal (uretra), a diferencia de la mujer. La orina es ácida y los espermatozoides necesitan un medio alcalino para no morir. Por tal motivo, Dios ha colocado en el cuerpo del hombre la ‘glándula de Cooper’, encargada de producir un líquido traslúcido que aparece cuando está excitado. Esas gotitas no son semen, pero pueden contener espermatozoides y sólo basta uno de ellos para que embarace a una mujer si está en sus días fértiles. ‘Terminar afuera’ no es un buen método para controlar la natalidad.
3. El sexo oral no es relación sexual. Mentira.
La gente cree que el sexo oral no es relación sexual porque no hay penetración vaginal. Desde el punto de vista sexológico, quien practica sexo oral es sexualmente activo. La virginidad es el estado definido por la no práctica sexual; es decir, se dice virgen a la persona que no ha tenido relaciones sexuales, ni vaginales, ni orales, ni anales. Cualquier tipo de relación sexual entraña la pérdida de la virginidad. Por otra parte, el sexo oral también transmite cualquiera de las ETS.
4. Tanto hombres como mujeres pueden tener varios orgasmos en una misma relación sexual. Mentira.
Un joven preguntó si podía meter varios goles en un mismo partido. En otras palabras, si podía tener más de un orgasmo en una relación sexual. Eso sólo es posible en la mujer, ya que tiene capacidad multiorgásmica. En cambio, el hombre, después de una eyaculación, no puede responder a un nuevo estímulo sexual hasta pasado algún tiempo (desde unos minutos a varios días). La duración de ese período llamado ‘refractario’ es variable según el hombre y la edad (más corto en los jóvenes y más prolongado en los de mayor edad).
5. Si se usan dos preservativos hay mayor protección. Mentira.
Colocarse dos o más preservativos juntos no mejorará el grado de protección frente a las ETS o embarazos no deseados, sino que aumentarán los problemas, por ejemplo, que se deslicen y se salgan del pene o que queden dentro de la vagina de la mujer.
6. Sin penetración no hay embarazo. Mentira.
El esperma derramado en proximidad de los genitales externos (aun cuando no haya existido penetración) puede alcanzar la vagina de la mujer y provocar un embarazo.
7. Tanto el hombre como la mujer eyaculan. Mentira.
Sólo el hombre eyacula, y lo hace cuando expele el semen hacia el exterior. La mujer no eyacula. Sin embargo, algunas (pocas en realidad), durante la excitación, pueden mojar la ropa interior e incluso la cama por el fluido de las glándulas de Skene (para algunos la ‘eyaculación femenina’) pero no es semen. Concluimos diciendo que sólo el hombre eyacula.
8. No puede haber embarazo sin eyaculación. Mentira.
Sin eyaculación puede producirse un embarazo. Esto se debe a que en la punta del pene, cuando hay excitación, aparecen una o dos gotitas traslúcidas que no son semen pero pueden contener espermatozoides y basta uno solo de ellos para que se produzca un embarazo.
9. El preservativo hace que el sexo sea seguro. Mentira.
Aunque el uso de un preservativo quizás haga que la relación sexual sea más segura que una que no tiene ninguna protección, los preservativos no hacen de ninguna manera que el acto sexual sea seguro.
No existe sexo seguro ni sexo sin riesgo. La abstinencia en la vida de soltería y la fidelidad en el matrimonio constituyen la verdadera seguridad.
10. La sexualidad es algo espontáneo. Mentira.
Es habitual pensar que hacer el amor es algo espontáneo y natural. En realidad lo que es espontáneo es el deseo; la relación sexual en sí es un arte y, como tal, puede mejorarse. En otras palabras, los buenos amantes se hacen, no nacen. Thea Lewy lo dice así: “Aunque el sexo es perfectamente natural, no siempre es naturalmente perfecto”.
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