No temas acercarte a tu Maestro interior. No temas pedirle ayuda en oración antes de cada acción, sea la que sea. Puede ser una oración cortita, algo sencillo que sale de tu corazón, un simple ‘Gracias’ por ayudarme en esta tarea, o algo así. Él te responderá vía tus intuiciones y podrás senti-escucharlas siempre y cuando guardes Paz en tu corazón y en tu mente. Y la acciones en cuestión, pueden ser de las más normales: antes de ir al trabajo, antes de ir a caminar, a estudiar, antes de dar una opinión, un masaje a otro, cocinar, cuidar las plantas, tu mascota, a la compra incluso… ÉL Siempre nos ayuda si le solicitamos, y solemos equivocarnos muchísimo menos…
El Maestro al ser uno con nosotros, ya conoce mejor que nadie nuestros problemas… Lo más importante antes de rezar, es limpiar nuestra mente de todas las penas, dolores, y de todo lo que no va bien en nuestra vida. No sirve de nada quejarse en oración. Vayamos limpios y humildes y amorosos a exponernos a la luz de Dios. Adoptemos una postura sencilla manos unidas encima del plexus solar. Oremos brevemente y con fe más bien pensando en la solución anhelada, en la salud, el amor, oremos como si ya estuviéramos viviendo nuestro deseo cumplido, y entonces Dios oirá el deseo y hará lo que Él sabe para hacernos llegar a buen puerto.
Un cierto día Jesus dio una lección sobre como se debe de rezar y dijo: ‘No habléis mucho cuando recéis como hacen aquellos que buscan ser atendidos a causa de palabrería. No los imitéis!’ (Mateo 6,7-
; ‘Recibirás de acuerdo con tu fe’ (Mateo 9,29); ‘Todo lo que pidas con fe en la oración lo alcanzaras’ (Mateo 22,21-22); ‘Todo lo que pidas al rezar, cree que lo recibirás y te será dado’ ( Marcos 11, 24)
Jean Mar Boyer
PD (de Javi) pero no repitáis y repitáis lo mismo una y otra vez como si fuerais el osito de duracel, PEDID UNA VEZ, SOLO UNA, y actuar en consecuencia a las señales que seguro se os dan, y a las directrices que de una u otra forma el universo os muestra para que emprendáis el camino hacia la consecuencia de vuestra demanda...
Os vuelvo a poner el ejemplo del viaje en coche, en el que se ve una escena donde el padre/madre conduce y el hijo va detrás, y no deja de preguntar ¿ cuando llegamos, ya llegamos? O, quiero llegar, ¿porque no llegamos ya, es que no me quieres llevar allí? ¿Acaso e echo algo mal? ¿Pero por qué no has cogido ese desvío? ¿Porque no me contestas?......
Los padres pueden ser los más compresivos del mundo, pero al final, después de responder pacientemente mil y una vez al hijo, solo podrán actuar de dos formas, o “tirándolo por la ventana, jejeje” o ignorando sus palabras y demandas, porque al fin y al cabo, para que se van a molestar en contestar si sus hijos no escuchan….
El universo, dios, los de arriba o como os plazca llamarlos, son pacientes y entienden vuestra premura en conseguir vuestro objetivo, pero como nuestros padres terrenales, también tienen un límite, y más si están viendo como vosotros sois conscientes que os están llevando en esa dirección y no hacéis mas que quejaros y reclamar más velocidad…..y al final mis queridos amigos, “os tiraran por la ventana, jeje”
Un abrazo