Ya desde antes de la llegada de los españoles a América, las poblaciones indígenas de la actual Chile conocían y usaban el boldo para tratar afecciones como los dolores artticulares y las lesiones en tendones y ligamentos, haciendo uso de algunas de sus propiedades.
Su origen es chileno, pero actualmente su uso así como su cultivo se ha extendido por México y Perú. Su área de distribución no es muy amplia ya que para su óptimo desarrollo requiere de un clima tipo mediterráneo.
En altas dosis se ha comprobado la acción colerética. Gracias a la sinergia o trabajo en conjunto de los diferentes principios activos del boldo se ha comprobado el aumento de la excreción biliar (acción colagoga).
Propiedades curativas
De modo general, es un potente colagogo, estimulante, tónico, digestivo, febrífugo y diurético.
Específicamente:
Cuidando nuestro hígado: la principal y más importante función que tiene esta planta es la capacidad de regular las funciones hepáticas y biliares, y combatir y disolver los cálculos de la vesícula. Cuando hacemos uso de esta propiedad para, hemos de hacer una preparación especial: ponemos 3 hojas de boldo en maceración en dos tazas de agua durante toda la noche. A la mañana, calentamos un cuarto de vaso y bebemos en ayunas. Bebemos el resto después de las comidas.
En infusión después de las comidas, ayuda mucho a la digestión: una cucharadita de hojas trituradas, por litro de agua, bebida a lo largo del día, tonifica el estómago.
Las compresas aplicadas sobre el estómago, lo tonifican, eliminando los gases y calmando los nervios.
Se puede usar asimismo para tratar la púrpura o coloración violácea que aparece en el rostro por la dilatación de los capilares.
También es un buen diurético, debido a la presencia del alcaloide boldina, y favorece, además la eliminación de ácido úrico.
Podemos usarlo en el agua del baño para tratar la hidropesía y el reumatismo debido a sus propiedades antiinflamatorias debido a su contenido en aceites esenciales, sobre todo el cineol y el limoneno.
También podemos usarlo para tratar las infecciones vaginales por Candida albicans, tomando baños de boldo, por sus propiedades fungicidas.
Por la presencia en el mismo de eucaliptol, es útil como descongestionante del pecho y estimular la expectoración de secreciones acumuladas en pulmones.
¿Cómo tomamos el boldo?
Aunque líneas arriba hemos mencionado algunas dosis para determinadas dolencias, en líneas generales, como preventivo y curativo de insuficiencias hepáticas, podemos hacer una infusión con una pizca o cucharadita de hojas de boldo por taza de agua y tomar después de las comidas. Este cocimiento sirve también para tranquilizar a las personas que padezcan de exceso de fatiga y para ayudar a la digestión.
En caso de padecer ya un trastorno hepático o biliar más serio, del tipo cólico hepático, por ejemplo, hacer una infusión de 25 gramos de hojas en 250 ml de agua y tomar esta infusión tres veces diarias
Contra-indicaciones
En dosis elevadas puede causar un efecto hipnótico así como alucinaciones cromáticas y auditivas. También puede ocasionar mareos y vómitos, pero siempre ingerido en dosis excesivas, no es habitual que a las dosis mencionadas produzca estos efectos.
También puede producir ciertos efectos laxantes, por lo que es recomendable no exceder las dosis mencionadas y consultar a nuestro médico en caso de padecer alguno de los trastornos mencionados por si estamos tomando algún medicamento que pudiera tener reacciones cruzadas con los principios activos del boldo.
En cualquier caso, no se recomienda superar el tiempo de tratamiento en más de cuatro semanas ni superar los 10 gramos diarios, por su alto contenido en alcaloides.
http://mejorconsalud.com/cuidando-nuestro-higado-y-vesicula-con-el-boldo/