Practíquelo 12 días y asegúrese 12 meses de prosperidad
Proponemos un plan para tener prosperidad durante un período anual. Siga las prácticas que en esta nota proponemos.
Existe una Fuente Superior dispuesta a brindarnos nuestros sueños y otorgarnos la oportunidad de ser y de estar mejor. Para empezar a conectarnos con este mundo metafísico, le acercamos doce prácticas que le garantizarán un período de abundancia y armonía. Siga atentamente las instrucciones aquí detalladas y comience, hoy, a cambiar su vida.
Día 1
El primer paso consiste en confeccionar un listado con todos sus anhelos. Este es un ejercicio sencillo que, si se practica con convicción, brinda buenos resultados.
Tome una hoja y detalle por escrito todo lo que quiere conseguir. Mientras lo hace, visualícese a usted mismo obteniendo esas cosas y agradeciéndole a la vida por habérselas facilitado.
Exponga la hoja a los rayos del sol, primero, y luego a los de la luna para que los astros desplieguen sobre ella todo su caudal de energía. Guárdela en un lugar donde sólo usted pueda verla.
A partir de este primer día, sus deseos quedarán grabados en el plano astral, donde se empezará a trabajar para la pronta realización de éstos.
Día 2
En este día su propósito debe ser incentivar el ingreso económico para que crezca y se multiplique.
Busque el billete de mayor valor que posea y hágale una fotocopia. Sobre ella, dibuje símbolos de éxito como soles, sonrisas y estrellas.
Tome la fotocopia entre sus dos manos, elévela al cielo y decrete en voz alta: Tomo este billete para hacer de él centenares de millones. Sé que será el principio de mi prosperidad y la continuación de mi éxito.
Llévelo siempre en el interior de su billetera, junto con el resto del dinero para que se expanda y se preserve la riqueza.
Día 3
Destine el tercer día a la prosperidad de su hogar, para que nada falte en él.
Sitúese en el ambiente de su casa donde mejor se sienta.
Consiga un recipiente dorado y deposite en él los siguientes elementos: agua en representación de la vida y la energía; granos de arroz como símbolo místico del alimento y algunas monedas que tenga en su poder.
Siéntese frente al recipiente. Con las yemas de los dedos toque el agua, imaginando que se desprende de sus dedos una intensa luz anaranjada. Mantenga esta visualización todo el tiempo que pueda.
Por último, deje el recipiente apoyado sobre un pequeño espejo para crear el efecto reproductor de sus bienes.
Día 4
El cuarto día debe dedicarlo a la obtención de la plenitud amorosa.
Consiga una fotografía de la persona amada. Si no tiene pareja, podrá obtener una imagen de alguien que le resulte agradable. Puede recortarla de una revista, si lo desea.
Mire la fotografía con atención y piense en cada una de las cualidades que le gustaría encontrar en su pareja y en todos los defectos que quisiera evitar.
A continuación, diríjase a un gran jardín y entierre la imagen junto al pie de una planta en flor con dos cintas rosas entrelazadas.
Para finalizar, riegue el lugar con agua azucarada. Así, usted logrará que crezca el amor y que permanezca siempre en su vida.
Día 5
Dedique el quinto día a lograr la obtención y el mejoramiento del trabajo.
Confeccione dos lista: una con las metas a conseguir y otra con los aspectos negativos que prefiere alejar.
Lea siete veces la primera lista, mirándose frente a un espejo. La otra lista, en cambio, deberá romperla mientras repite: Renuncio a lo que me afecta, a lo que me produce insatisfacción. Tengo el poder de hacerlo y de alejar las cosas negativas de mi vida laboral y que nada aportan a mi evolución personal.
Día 6
La siguiente práctica apunta a que usted se libere de las energías densas y dé espacio para que ingrese todo lo bueno.
En primer lugar, dispóngase a tomar un baño de purificación, agregando en su bañera sal gruesa y aceite de pachulí. De esta manera, comenzará la jornada emanando sólo corrientes positivas.
El próximo paso consiste en conseguir una piedra blanca. Tómela con su mano derecha y mentalmente deposite en ella todo lo que le molesta: defectos, vicios, aquello que pueda interferir en su plenitud.
Finalmente, arroje la piedra al mar -o a cualquier lugar de aguas abiertas- con fuerza.
Día 7
Dedique este día a programar el cumplimento de sus más firmes anhelos.
Elija su bebida favorita, no importa cuál sea. Viértala en la copa más llamativa que tenga.
Piense, ahora, en los tres primeros deseos que quisiera ver realizados en el 2004. A continuación, coloque la copa a la altura de su corazón y diga: Quiero (mencione su deseo) y haré que se produzca su materialización en mi existencia.
Beba un sorbo. Pida el segundo deseo y repita nuevamente la frase anterior.
Tome otro sorbo. Reitere el mismo procedimiento para el último deseo.
La bebida simbolizará, en este día, la Fuente Divina que materializará lo que usted pida. Por esa razón, la fe deberá ser el sentimiento fundamental de su trabajo.
Día 8
Cuando damos, inmediatamente el Universo nos hace recibir. Esa es la ley perfecta de causa y efecto. Dedique este octavo día, a la entrega.
Confeccione un objeto con sus propias manos, vuelque en él su energía, su amor, y obséquielo a la persona que más lo precise; puede ser un amigo, un compañero de trabajo, hasta un mendigo. Sin duda, su señal será bien interpretada por la Providencia, produciéndose la apertura de los canales de recepción.
Día 9
Abra las puertas del triunfo.
Busque una llave que ya no use, salpíquela con vinagre y pronuncie la siguiente frase: Con esta llave abro las puertas del progreso, del poder y las ganancias, por lo que acepto todos los bienes materiales y espirituales que vendrán. Agradezco por lo que tengo y por lo que he de tener.
Tome la llave de inmediato y guárdela en una bolsita marrón entre sus pertenencias más preciadas. Ella irradiará magnetismo y captará para usted las mejores vibraciones.
Día 10
Para proteger sus pertenencias y eliminar el riesgo de perderlas.
Reúna los siguientes materiales:
16 monedas
4 puñados de azúcar
4 velas de color verde
Un cuenco con agua hasta la mitad
Este ritual debe hacerse en las horas del mediodía en un lugar tranquilo, donde nadie presencie el trabajo.
Forme con las monedas un círculo alrededor del cuenco.
Ubique detrás, hacia el lado derecho, la vela. Enciéndala.
Arroje los puñados de azúcar visualizando los bienes que quiere resguardar y, al mismo tiempo, multiplicar.
Seleccione las monedas que estén más cerca de la vela y échelas al agua.
Deje que la llama se extinga por sí sola.
Las monedas tendrán que conservarse en un sitio al cual ninguna persona pueda acceder. Tampoco podrán usarse.
Día 11
Prepare en este día “El Cofre de la Felicidad”, respetando al pie de la letra estas instrucciones.
Consiga un pequeño cofre. Coloque dentro de él las imágenes gráficas que representen cada uno de sus anhelos. Si quiere comprar un departamento, introduzca allí la foto o el dibujo de aquél que le agrade.
Si pretende la felicidad amorosa, adjunte un dibujo que la simbolice. Proceda de esta manera con cada meta que desee alcanzar. A medida que se vayan cumpliendo sus objetivos, retire del cofre las imágenes correspondientes. Este es un modo eficaz de enviar a su mente el mensaje exacto de lo que desea, para que después ella se ocupe de generarlo en el plano terrenal.
Día 12
Por ser éste el día de cierre es recomendable hacer un trabajo netamente de visualización. Practíquelo al despertar y a la noche, antes de dormir.
Recuéstese en un lugar silencioso y comience a respirar lentamente hasta sentir su cuerpo y estar perfectamente relajado.
Cuente mentalmente de cero a diez. Cuando llegue al último número, inicie el repaso mental de todo lo que se hizo, desde el primer día hasta el penúltimo, recordando cada detalle y cada momento. Este ejercicio le ayudará a registrar situaciones de éxito y placer, lo que colaborará para la manifestación de la prosperidad.
LAS 4 REGLAS DEL EXITO
Existen varios modos de tornarse pleno, pero todos responden a reglas que tienen como fin llegar con la mayor rapidez al máximo objetivo: la prosperidad. Debemos saber cumplirlas para conseguir resultados satisfactorios. Estas reglas son las siguientes.
1- Callar Es necesario no hacer públicas las metas a las que pretendemos llegar. En ocasiones comentamos lo que sentimos y lo que deseamos, sin darnos cuenta de que la influencia externa puede interrumpir la concreción de esos objetivos. Habrá que hacer un trabajo interno: sólo nosotros seamos los confidentes. Guarde, con recelo, los planes que piensa desarrollar. Ello hará que la abundancia se manifieste en el plano material, sin interferencias de ningún tipo.
2- No dudar Jamás podemos pensar que aquello por lo cual estamos trabajando no se realizará. En todo momento, mantengamos la certeza de que los sueños se cumplirán. Tampoco es favorable permanecer en un estado de esperanza, pues la esperanza indica, simplemente, que existe una posibilidad pero no la asegura. Por lo tanto, tendremos que poseer la convicción de que todas las peticiones, sin excepción, serán escuchadas en el Cosmos y que vibrarán en el Universo hasta quedar plasmadas en la realidad.
3- Saber pedir En general cuando pedimos algo, lo hacemos sin especificar cómo y de qué manera lo queremos. Pensamos que con decir “quiero tal o cual cosa”, será suficiente. Sin embargo, no es así. Es importante que al elevar un pedido, detallemos con precisión cada punto. Por ejemplo, si deseamos tener un nuevo auto, debemos imaginarlo con los mínimos detalles: el color, el año, el funcionamiento, etc. No olvidemos que la Fuente Divina es sabia, y por eso mismo nos otorga lo que le pedimos, tal como se lo pedimos.
4- Dejar de lado la ansiedad A veces, por nuestra naturaleza imperfecta, nos impacientamos cuando vemos que no obtenemos rápidamente lo que esperamos. Y es precisamente en esos momentos cuando debemos recordar que todo tiene un tiempo exacto para ocurrir. Si todavía no ha llegado “eso” que tanto ansiamos es, probablemente, porque aún no estamos abiertos para aceptarlo. Sepamos que la ansiedad sólo genera impedimentos y rechazos
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