Ellos, flechados al tema que te quema. Ellas, necesitan más preliminares. En el sexo siempre se dan las cosas por supuestas, hay muchos tópicos y los tabúes siguen presentes. Cada cual necesita y entiende el sexo de una forma: unos prefieren a una persona que sea sensible y cariñosa; a otros les gustaría toparse con alguien que fuera más salvaje e impulsivo, que le haga perder la conciencia dando rienda suelta a la imaginación y cumplir las fantasías sexuales que tanto desean pero no se atreven ni a decir.
Para ser unos buenos amantes tanto los hombres como las mujeres deben de tener en cuenta ciertos aspectos, porque no solo hay que pensar en disfrutar uno mismo, si no que la otra persona también goce, pasarlo bien los dos juntos y llegar al orgasmo.
Mujeres hay de todas clases -hombres también-. De ellas está la tradicional, la tímida, la que parece que no tiene sangre en las venas. La cara contraria de la moneda es la chica atrevida, la que se lanza sin miedo y provoca que la mitad de los hombres se asusten, como si no les gustara las mujeres con las cosas claras. Sea como fuere, cada una cuenta con unas necesidades diferentes y el hombre de turno tiene qué saber como tratarla.
Aunque no sea lo mismo el sexo esporádico que el que se tiene con una pareja, a ella hay que hacerla sentir como una diosa. Da igual que la conozcas de esa misma noche porque hacerles sentir como una reina les gusta. Por supuesto, la clásica queja, pero cierta: más premilinares. “Con dos besos, tres toqueteos mal orquestados, coito y se acabó no puedes pretender que esté encendida”, afirma la sexóloga Sylvia de Béjar. Ellas quieren que se les bese y acaricie mucho, cada centímetro de su cuerpo, las nuevas experiencias, posturas, ser la que tome las riendas mientras se hace el amor.
De Béjar da un truco para ellos: “hazle saber que te vuelve loco. Quiere oír cómo disfrutas. Gime cuando te gusta, dile lo bien que lo hace, necesita -tanto como tú- que le reafirmes. Quiere oírte, saber que te lo pasas bien, que ella te pone”. Y cuando una mujer comenta la jugada o que algo no va bien, “no pienses automáticamente que te está criticando o midiendo. Lo que quiere es mejorar lo vuestro”, advierte Sylvia.
Sobre los hombres siempre recaerá la etiqueta de que van directos al grano y que ‘deben’ tener el control de la situación, si no se hace nada por cambiarlo. Desde algo tan sencillo como hablar con él y decirle lo que os gusta, mostrar entusiasmo, seguridad en una misma, llevar la iniciativa para no dejarles la presión de que todo el placer que haya en la cama va a depender de ellos. Muestra interés en su cuerpo. Y como no, a ellos también les encanta saber los buenos amantes que son: agarrándole con fuerza, con palabras, gemidos, como sea, los hombres se encienden aún más cuando comprueban que les hacen gozar.
Sylvia de Béjar, en su libro ‘Tu sexo es tuyo’, dice que “una buena amante se responsabiliza de su placer; conoce su cuerpo y sabe sacarle partido; expresa sus necesidades y se cuida de satisfacerlas, aunque eso pueda suponerle un encontronazo; se masturba si le apetece; no se avergüenza del sexo, lo asume como algo natural; no tiene miedo o si lo tiene lo afronta; se reta a probar cosas nuevas o a pedir eso que tanto le apetece pero le da cierto corte; ama su cuerpo y cuida de él… Si crees que no te pareces mucho a ella, no sufras: es posible aprender”.
http://granadablogs.com/puntog/2012/05/15/goza-del-sexo-como-un-buen-amante/