Hay entes que lo encuentran a diario…
en cada esquina, en cada camino,
en cada suspirar, en cada gramo de aire.
en cada charla, cada frase, en cada mensaje.
Es un buscar constante, que no tiene paz,
no tiene descanso, no tiene sazón.
Lo busco aun en la soledad de mi habitación,
en el camino sin entes que atravieso cada día.
Incluso lo busco estando dormido,
en ese sueño que no recuerdo,
pero que es reiterativo y permanente,
que no me deja descansar sin recordármelo.
Solo nos pasa a unos pocos…,
es todo un desafío, es todo un reto,
es más difícil que encontrar ese alfiler
en un pajar de tamaño sin definir.
En cada mirada, en cada suspiro, en cada acción,
busco aquello que desconozco,
que es añorado por todo mí ser,
que cada vez que parece acercarse,
generar suspiros que se escucha en los cielos.
Y que a pesar de los continuos fracasos,
parece imposible darse por vencido.
¿Tan fuerte…, pero tan fuerte es aquello,
que no nos deja claudicar?
Muchas veces quise rendirme,
pero no puedo, no lo logro…, y lo he intentado.
No logro que el sentimiento de decepción
y desesperanza se impongan.
Porque es lo que dicta la lógica.
Pero los corazones no entienden de lógica…
Solo de deseos, sentimientos, perfumes y aromas
que hacen vivir al alma y al corazón.
La razón y la lógica me dicen
que mire hacia otra parte,
que deje buscar lo que nunca encontraré,
que coloques las energías en algo “productivo”…
Pero ¿hay acaso algo mas productivo para el corazón
que encontrar lo que busco?
Sin ello, mi energía no esta completa,
no tiene forma definida.
Muchas veces…, mas de la que recuerdo,
Quise encerrar esa búsqueda y todo lo que ella implica;
y arrojar la llave al mar,
y así nunca mas recordar.
Pero nunca tuve el valor ni la fuerza.
Algo en mí siempre me lo impidió.
Aunque me convierta en un ente vacío sin luz,
A veces quisiera probarlo.
Porque hay un dolor sin límites,
Es un dolor cegador, intenso.
Y el paso del tiempo no es en vano,
Sino que solo multiplica el dolor.
Quienes buscamos, estamos solos en esta búsqueda,
tan personal, tan intima, tan de uno.
Nadie puede ayudarnos,
porque su misma naturaleza lo impide.
Hay días de muchas decepciones,
otros inertes, nulos, sin balanceo diario.
Y otros con una pequeña luz de esperanza,
pero que siempre se terminan apagando…
Así camino yo… y algunos ente mas,
en el círculo de esta vida, que nos toca vivir,
Y mientras tanto…
Al menos por ahora, sigo buscando…
Natrim
12/11/2011