Cada vez está más de moda utilizar juguetes sexuales para potenciar la vida sexual en pareja. Son muchos los que se animan a probar nuevas técnicas para avivar sus actos sexuales y se lanzan a experimentar sin ningún pudor.
En esta ocasión vamos a hablar de las bolas chinas. Se trata de uno de los juguetes más utilizados por las mujeres, aunque más que como juguete es muy recomendado como ejercicio para la musculatura del suelo pélvico.
¿Qué son exactamente?
Son una serie de bolas (normalmente dos) unidas por un cable flexible que se introducen en la vagina o el ano para estimular las ramificaciones nerviosas más sensibles ubicadas en esas zonas.
Dichas bolas suelen llevar en su interior otra más pequeña que provoca vibraciones cada vez que choca con los extremos de la otra aumentando considerablemente el placer. Antes de empezar, se debe cuidar la higiene, por lo que conviene esterilizarlas en agua hirviendo unos minutos y lavarlas con jabón neutro para evitar cualquier tipo de infección, no olvidemos que esa zonas son muy sensibles y es recomendable extremar la precaución.
¿Cómo se utilizan?
Es muy sencillo, debes introducir las bolas chinas en la postura que te sea más cómoda, si te cuesta, puedes ayudarte de lubricante para facilitar la introducción en la vagina. Las dos bolas deben quedar detrás del músculo para que cuando nos incorporemos tiendan a caer por su propio peso y sea el suelo pélvico el encargado de contraerse irremediablemente para evitar su caída, hecho que comenzará a hacer el ejercicio y a ayudar a llegar al orgasmo femenino.
Si no podemos con ellas, sí que podemos hacer ejercicio tumbadas. En la cama boca arriba tiraremos con una mano del cordel de extracción y con nuestra musculatura trataremos de impedir que se salgan, poco a poco el musculo adquirirá mayor fuerza y resistirá sin problemas.
¿Cuánto tiempo debo utilizarlas?
Su eficacia empieza a disminuir a la media hora en movimiento. Se debe comenzar con menos tiempo e ir incrementándolo de manera progresiva para que el músculo se vaya adaptando. Una vez la vagina es capaz de sujetar las bolas chinas sin problema puedes dejártelas puestas mientras haces tareas domésticas o incluso para salir a la calle. El hecho de salir a la calle con ellas en tu interior hace que aumente el morbo de estar en un lugar público e ir notando las vibraciones al andar hace que la excitación sea mayor.
Las bolas chinas tienen propiedades terapéuticas, generan una estimulación del riego sanguíneo, factor que facilita la tonicidad muscular. Cuanto más firme sea nuestro suelo pélvico, más fácil será alcanzar el orgasmo y las relaciones serán más satisfactorias. Las bolas chinas mejoran tu sexualidad y reducen la incidencia de problemas como las pérdidas de orina, además de favorecer el momento del parto.
Algunos entrenadores de métodos tan conocidos como el Pilates ya han incluido en sus tablas de ejercicios la musculación del suelo pélvico utilizando los ejercicios Kegel y, últimamente, los instructores complementan estos ejercicios con las bolas chinas. Tanto es su poder terapéutico que ya se comercializan en farmacias, eso sí, no como juguete sexual, de hecho han preferido utilizar otra denominación: 'bolas intravaginales'.
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