Cuando la relación de pareja no está bien balanceada entre los dos miembros, encontramos una fuente de disgustos, mal entendidos, falta de acuerdos e insatisfacción. Poder identificar si nuestra pareja funciona de manera desbalanceada y el entender el porqué, nos marcará el camino a recorrer para mejorar nuestra relación.
Las parejas desbalanceadas se dan cuando uno de los dos se hace cargo de más del 50% de la responsabilidad de la relación. Esto sucede cuando uno se ubica en una posición superior que el otro; esto falsamente justificado en una supuesta ventaja en cualquier sentido: madurez, experiencia, fortaleza física o emocional, inteligencia y/o solvencia económica.
Por el otro lado, está quien se siente inferior, es decir menos valioso, justificado en la falsa idea de ser frágil, falto de inteligencia, sin experiencia y muchas otras razones por las cuales alguien se convence de que no vale. Esta falta de valor confirma la supuesta superioridad del otro, dándose una pareja perfectamente desbalanceada.
A pesar de que este vínculo se da en una relación de pareja, simbólicamente se equipara al vínculo de padre-hija o madre–hijo, pues uno de los dos guía “como un padre” al otro.
Las razones por las cuales se dan este tipo vínculos en las parejas pudieran resumirse en que los dos están recreando patrones infantiles no resueltos y al conocerse, se complementan:
- Uno tiende a haber jugado el papel de “hija/o parental” es decir “padre/madre” de sus padres y/o hermanos.
- El otro jugó el papel complementario de “chivo expiatorio” o el “bebé de la casa”; el que siempre debió ser cuidado por los demás miembros de la familia.
Las consecuencias de este tipo de relación:
- Se crea una dependencia emocional, que conlleva a un fuerte temor al abandono.
- Ambos, al no estar conviviendo con un igual, no se sienten acompañados ni comprendidos a un nivel íntimo y profundo, por lo tanto les acompaña cierto nivel de soledad constante.
- En momentos de crisis, el sistema familiar pudiera amenazar con quebrarse pues estos roles tienden a ser fijos (a menos que se resuelvan los conflictos infantiles), lo cual impide que se hagan ajustes necesarios para sobrellevar la dificultad.
La pareja funciona de manera armónica cuando está equilibrado en un 50% y 50%, sin embargo, mantener este balance de manera permanente es prácticamente imposible. No por eso debemos de rendirnos en nuestra búsqueda por un balance, pero es un balance, en promedio, no permanente. A veces uno da más, avanza más; a veces uno de los dos se detiene un momento, reflexiona sobre alguna pérdida o se desanima. La vida es una sucesión de cambios y sus respectivos ajustes. Unos pueden ser cambios difíciles e inesperados y otros buscados. Ejemplos de esto son: un accidente, una graduación, enfermedad, un ascenso, separación, la llegada de un hijo, un despido, entre muchos otros. Digamos en una relación tradicional, el esposo trabaja y protege a su esposa. ¿qué pasará si sufre algún accidente y ya no puede trabajar más? Para ajustarse al cambio la esposa tendrá que salir a trabajar.
Por lo cual se recomienda:
- Si te sientes débil o frágil ante la vida, encuentra qué es lo que te hace sentir así, abórdalo y reconcíliate con esa persona fuerte y capaz que tienes dentro.
- Si te encuentras dando órdenes a tu pareja, menospreciándola(o) o dudando de su capacidad, pregúntate qué es aquello que te empuja hacerlo; ten en cuenta que eso siempre lastima a ti y a tu pareja.
- Ten en mente siempre la importancia de la flexibilidad en la relación de pareja, en particular, y en la vida, en general. La vida trae consigo cambios, movimientos e incluso circunstancias que ameritan acomodarnos de diferente forma. Todas estas circunstancias, y muchas otras más, exigen a la pareja reacomodarse y readaptarse intercambiando roles y complementándose de manera flexible. Buscando el balance, en promedio, no permanente.
- Alégrate con tu pareja con sus logros, algún día él/ella se alegrará con los tuyos.
- Acompaña y apoya a tu pareja en sus dificultades algún día estará junto a ti en los tuyos.
- Pero si te alegraste con tu pareja o la apoyaste en varias ocasiones y tu pareja no responde la misma manera, existe un desbalance que se recomienda abordar y resolver.
Si detectaste algo en este artículo, no esperes a que las cosas estén peor, busca y encuentra la ayuda que requieres. Si encontraste algo en este artículo que pudiera ayudar a alguien, no lo dudes, envíaselo.
Lic. Cristina Kennington Westmark