Por: Cristina De Souza
Simplemente porque no tienen la menor idea de cómo deshacerse de las agobiantes rutinas a las que forman parte. Lo que sucede es que esa gran mayoría está acostumbrada a pensar, sentir y hacer siempre lo mismo. Si haces siempre lo mismo…tendrás siempre los mismos resultados. Ese es el motivo principal del porque esas personas no concluyen cosas o no logran sus metas.
Administrar un universo de posibilidades dentro del territorio potencial que somos significa: Planificar, organizar, dirigir y controlar nuestra propia vida.
¿Qué se requiere para controlar nuestra propia vida?
Partiendo de la aceptación de que somos 100% responsables de todas y cada una de las circunstancias que vivimos todos los días, son tres los requisitos para emprender el viaje y lograr tomar el control de nuestra propia vida: tener claridad en lo que queremos, estar fuertemente comprometidos con nosotros mismos y enlazarnos con nuestro canal creativo.
Pero, lo que muy pocos saben es que, para abrir espacio para algo nuevo hay que cerrar espacios de “algo viejo”. Esa es la única manera de potenciar los recursos que posees para hacer realidad tus sueños. Cada vez que quieres empezar un proyecto nuevo, tu cerebro recibe la información y separa un espacio para poder procesarla.
Imagina que estás colgando prendas mojadas en el cordel de ropa. Cuanto más prendas menos espacio. Muchas veces es preciso esperar que se sequen para recogerlas y obtener espacio para repetir el proceso con nuevas prendas. Eso es lo que ocurre en tu cerebro. Al identificar una tarea que quieres realizar, envías información al banco de memoria de tu cerebro sin preocuparte de revisar qué cantidad de tareas pendientes tienes y si hay o no espacio suficiente para procesar la nueva información.
Por ejemplo, puedes empezar el día con una lista de tareas (hacer una llamada telefónica, archivar unos documentos, emitir unas facturas, aclarar algo con tu pareja, ir al cine, lavar el auto, etc.) que, según tú son muy fáciles de cumplir en una sola jornada. Pero, se acumulan y te estancan.
¿Qué hacer? Adquirir conocimiento de la importancia de ¡Concluir Lo Inconcluso!