Los años pasan y no en balde, cada segundo que pasa es una oportunidad dejada escapar, para disfrutar, el más pequeño detalle tiene que servir para hacer algo especial, algo que valore la persona que más queremos.
Esa felicidad la podemos vivir, ¿que diferencia hay entre ir a trabajar contento o salir amargado?, se que las situaciones son muchas veces insoportables, pero acaso, ¿son más soportables con nuestra actitud negativa?, hay herramientas encima de la mesa que con un poco de trabajo, se pueden cambiar nuestro estado de ánimo, los anclajes, las técnicas de pensamiento positivo, así como unos talletesque pueden ser absolutamente demoledores.
Si queremos ser infelices, mejor nos tiramos por un puente, pero para querer ser feliz, las posibilidades pueden hacerse cada vez más elevadas, el ser feliz hace feliz a los que nos rodean, el ser feliz es hacer las cosas bien, si empezamos la positividad, esa misma positividad nos inundará, ¿cuanta energía negativa se consume estando enfadado media hora?, casi tanta como la de estarradiante un día.
Os habéis parado a pensar seriamente, para que nos vale enfadarnos, cabreamos a los que nos rodean estos tienen mayor capacidad de cabreo y es que esa situación se contagia, con empleados mejor ser positivos, que ellos sean positivos, las palabras malsonantes restan credibilidad, así como explicar las cosas con las razones necesarias, incrementa la efectividad, y con ello la productividad, la asertividad y en definitiva el liderazgo.
Podemos tener el peor jefe, pero si seguimos amargados dejará de ser nuestro superior, y además nos veremos con una mano delante y otra detrás. Es absolutamente imprescindible, ser feliz, hacer feliz a los que nos rodean, eso es la verdadera esencia de la vida. ¿Como podemos cambiarlo?, ¿como podemos navegar hasta conseguirlo?.
Os cuento de tanto que me he esforzado, me costó un ataque de ansiedad años atrás, por una imbecilidad del trabajo, si me hubiera pillado unos años más adelante no hubiera sobrevivido al infarto que me hubiera provocado. Amigos nada es más importante que nuestras vidas, con ellas tenemos que vivir, hagamos una reflexión.
Hagamos un ejercicio de humildad, admitamos en lo que nos confundimos y darle un beso a vuestra persona amada, no tengáis miedo en decirle: "Te quiero", lo agradecerán, y a fin de cuentas uno tiene que dar más de lo que espera recibir.
Llamemos a nuestro amigo sin causa justificada, para decirle lo que le aprecias, tengamos ilusión por todas las cosas que emprendemos, Si todos hacemos este ejercicio viviremos en un mundo más feliz, y se cumplirá mi verdadero sueño.
Genaro Fragueiro