En nuestra cultura aún es muy arraigada la idea que la crianza es labor de la madre y el padre es el proveedor. Por eso cuando los padres se divorciaban los hijos quedaban al cuidado de su madre, o si esta fallecía prematuramente, los hijos quedaban al cuidado de sus abuelos o tías.
No obstante, desde tiempos recientes la mujer cada vez participa más activamente en el mercado laboral y los hombres asumen más roles en el hogar, incluso algunos, al perder su empleo por ejemplo, asumen por completo las labores de la casa como cocinar, hacer el aseo o atender a los niños mientras la mamá hace frente a las obligaciones económicas del hogar.
Quizá por estos cambios nuevos en la dinámica familiar, no es raro que cuando algunos padres se divorcien, los hijos prefieran vivir con el padre o éste asuma el doble rol de padre y madre a la vez cuando mamá falta por distintas circunstancias.
Pero esta labor no es nada fácil. La habilidad comunicativa y de negociación de una madre a la hora de dar órdenes o dar permisos y las formas más abiertas de expresar el cariño son cualidades por las que destacan las mujeres que son difíciles de emular. Por esto una figura femenina o materna como una abuela, una tía o una nueva pareja de papá es importante, sobre todo, para las adolescentes. Eso dejando claro en los hijos que no se trata de reemplazar a mamá.
Adicionalmente los tiempos actuales son muy distintos a aquellos en que se criaron los padres de hoy. El acceso desde edad temprana a nuevos y novedosos medios de comunicación, los mensajes variados y sin control desde la publicidad que llegan a oídos de los hijos hacen más compleja la tarea. Hoy criar a nuestros hijos puede ser una empresa más difícil que la que les correspondió a nuestros padres y abuelos.
Difícil quizá pero no imposible y sin duda gratificante, así es la labor de estos padres “modernos” de hoy. Dar lo mejor de nosotros y contando con la colaboración de otros miembros de la familia, ayudar a nuestros hijos para que se formen como seres humanos felices y de bien, sin duda es la mejor de las recompensas.
http://www.discoverymujer.com/familia/ser-padres/ser-padre-y-madre-al-mismo-tiempo/