Indefensión Aprendida
¿Qué es la Indefensión Aprendida?
En los estudios (1975) sobre miedo y aprendizaje del psicólogo americano Seligman, se observó este comportamiento en los perros del experimento. Tras no poder escapar o evitar un estímulo aversivo aleatorio durante un tiempo,(descargas eléctricas), aprendían que no podían hacer nada para evitarlo. A diferencia de los que no habían sufrido este aprendizaje, que sí aprendían a escapar, al volver el estímulo aversivo ya no luchaban, sino que se tumbaban desmoralizados sin hacer intento alguno de escapar.
Este comportamiento se ha observado en algunas especies animales pero también en el ser humano.
¿Cuando sufre alguien Indefensión Aprendida?
Cuando cree que no puede controlar lo que ocurre y que no puede hacer nada para cambiar la situación ya que no puede influir en ella de ninguna manera.
El castigo indiscriminado, desatender las demandas de auxilio o ayuda y obviamente, el maltrato físico y/o emocional continuado pueden dar lugar a esta reacción o comportamiento. Un ser humano convencido de que no controla la situación no tiene motivación alguna para intentar hacer algo ya que percibe que no depende de él cambiar esa situación.
¿Ejemplos cotidianos?
Mucha gente no entiende por qué una victima de maltrato queda paralizada o se cree incapaz de salir de la situación y aguanta con pasividad, pues la respuesta está (en parte) en este comportamiento del que hablamos; la Indefensión Aprendida.
Es una de las teorías cognitivas que da explicación a la depresión. Por ejemplo a la depresión infantil en el caso del acoso escolar; ocurre que puede llegar un momento en que quien lo sufre asume que no puede evitarlo y deja de resistirse.
¿Cómo evitarlo?
Para evitar que la sensación de falta de control nos haga tirar la toalla frente a las dificultades, hay que empezar desde niños educando en la creencia de que podemos cambiar nuestra situación si hacemos el esfuerzo, tenemos el control para hacerlo. Puede que las circunstancias sean aversivas pero nuestro comportamiento para permanecer en ellas o romper siempre está bajo nuestro control. Creer esto nos permitirá luchar para salir de cualquier crisis.
También se puede reeducar a quien lo sufre, forzando el aprendizaje alternativo.
Y tú, ¿alguna vez has sentido que no tenías el control y has tirado la toalla?
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