Tema: Depresion: Como superarla Jue Jun 27 2013, 01:59
La depresión es una enfermedad del cuerpo, la mente y el espíritu. Te damos tres sugerencias para superar un estado de ánimo depresivo.
Te olvidas de tu alma, sientes tu cuerpo pesado y doloroso mientras te centras en un estado mental muy negativo. Tus pensamientos son tristes y fatalistas.
Te sientes inútil, incapaz, bloqueado y absolutamente solo en un mundo que te resulta hostil.
Tu deseo final es el de no seguir existiendo, no tienes ganas de continuar tu camino.
La enemiga pública número uno
Dicen los expertos que la depresión será la enfermedad mental más importante del siglo XXI. Se confunden la tristeza o la melancolía con la depresión, y lo mismo ocurre con la ansiedad y el estrés, dado que estos procesos presentan síntomas comunes. Se estima que la padece un 20% de la población femenina y un 9% entre los hombres. Pero lo peor no es esto, sino que no para de crecer en nuestra sociedad, aumentando asimismo el consumo de antidepresivos y ansiolíticos.
Existen muchos tipos diferentes de estados depresivos. Las depresiones pueden ser leves, graves, temporales o crónicas, de por vida. Un cuadro depresivo se manifiesta por diferentes motivos, que pueden ser desde genéticos, en este caso la persona se vuelve depresiva sin causa aparente que la justifique, o bien, pueden aparecer por una circunstancia grave, como la pérdida de un ser querido, un divorcio mal asumido, etc.
Hay también los que conviven con la depresión ya por puro hábito, se identifican con ella. Es aquí donde el estado depresivo se convierte en adicción. En estos casos la forma de erradicarla es mucho más difícil, ya que la persona, sin pretenderlo, no desea abandonar unos síntomas que le aportan un significado a su vida, por más deprimente que sea éste. Es por ello que el primer paso para cambiar y volver a sentirnos bien es tomar conciencia de nosotros mismos, comprendiendo la depresión y dándonos cuenta en qué momento de nuestra vida nos hallamos.
Tres claves para vencer la depresión
“Alimenta tu vida”. Para empezar a tratar la depresión hemos de considerar todo el conjunto de cuerpo-mente-espíritu. Así como alimentamos nuestro cuerpo con comida, hemos de suministrar “otros alimentos” a nuestra mente y a nuestra alma.
Nuestra alimentación básica ha de ser sana y equilibrada, sin excesos. La persona deprimida tiende a, o bien, sobrealimentarse, comiendo muy mal, o bien, olvidarse por completo de la comida. A través de cómo comemos, expresamos cómo nos enfrentamos al mundo y cómo nos sentimos ante el. Hemos de llegar siempre al equilibrio, en todo lo que hacemos, y podemos empezar por lo que comemos.
A la mente hay que alimentarla de pensamientos positivos. La tendencia es justo la contraria, nos sentimos deprimidos porque nuestra mente se abarrota de todo tipo de pensamientos negativos y autodestructivos. Hemos de hacer el esfuerzo extra para contrarrestar nuestro perjudicial hábito. Lo podemos hacer frente al espejo. Al principio podemos fingir que pensamos de forma positiva y le aportamos voz mientras nos vemos reflejados en el espejo, hasta que, poco a poco, vamos reprogramando nuestra mente y creyendo al mismo tiempo lo que nos decimos a nosotros mismos. Podemos comenzar pensando que somos personas felices, positivas y serenas.
Al alma hay que darle dosis extra de atención, para ello la relajación es el alimento primordial. A través de la respiración consciente, llegamos a un estado de calma, conseguimos que nuestra mente se calme y nos acordamos de que somos mucho más que un montón de pensamientos que nos intentan controlar. Practicar una técnica de meditación a diario, nos ayudará a reencontrarnos con nuestro ser. El yoga también es una herramienta de gran utilidad para conseguir un estado emocional equilibrado y en conexión con nuestra alma.
Cambios: Si queremos que se produzca un cambio interno en nosotros, para conseguirlo primero hemos de producirlo en el exterior. La rutina en la que se convierte nuestras vidas es una clave importante a tener en cuenta. Nos sumerge en un día a día sin sorpresas, creando una estructura que creemos nos aporta seguridad, pero que, en realidad, nos limita y nos va controlando, hasta que aparecen las insatisfacciones personales, y nos vamos nublando de pensamientos destructivos que nos hacen sentir inútiles, culpables e incluso, desesperados.
Si, por ejemplo, has sido durante gran parte de tu vida una persona tímida, reservada, introvertida, efectuamos un cambio de registro en nuestra personalidad. Como actores que salen a escena a desempeñar un personaje que nada tiene que ver con ellos, nos convertimos por unas horas en alguien extrovertido y sociable. Hasta nosotros mismos nos sorprenderemos de nuestra actuación. ¡Pruébalo!
También puede suponer un cambio de trabajo, de domicilio, un viaje, etc, el principio de un gran cambio en tu vida.
Ejercicio, creatividad y risa: Son tres factores muy importantes en nuestra vida cotidiana, cuya ausencia nos va convirtiendo en seres débiles, apagados y enfermizos, tejiendo así, la sutil tela que nos envuelve en un estado depresivo. El ejercicio físico, sea el que sea, nos aporta vitalidad, fuerza y energía. También despeja la mente y las emociones negativas se calman. Si además lo realizamos al aire libre, mejor.
La creatividad es una gran medicina. El arte en todas sus formas nos nutre y nos embellece. Escuchar música y bailar, pintar y expresar cómo nos sentimos, aunque no seamos un Picasso, cantar bajo la lluvia, esculpir en la arena, recitar versos a viva voz, redecorar una y mil veces nuestro hogar, sembrar semillas con flores,…. Tantas y tantas maneras en las que nos podemos expresar y a la vez conseguir que nos desahoguemos de nuestras ansiedades y sentimientos frustrados. La vida es creación y al crear nos hacemos inmunes ante la enfermedad.
“..Y en el principio Dios rió..” Jamás nos hemos de olvidar de la risa. Reírnos nos ayuda a ver la vida más ligera, sin tanta seriedad. El ser serios nos deprime. Al no existir alegría en nuestras vidas se nos oscurece el alma y la apatía o desgana emerge de sus profundidades. La risa eleva nuestra vibración y nos produce un estado inmediato de bienestar. Si no sentimos ganas de reírnos, podemos esbozar una pequeña sonrisa primero, esforzándonos un poco. Creamos poco a poco, siempre con humor, el hábito sano de sonreír ante la vida hasta que un buen día, aprendemos a reírnos de nosotros mismos y es ahí cuando la depresión desaparece definitivamente de nuestros corazones.
Para terminar veamos más consejos para dejar atrás la depresión y superarla
Artículo elaborado y publicado por Lilu Cara exclusivamente para www.aliciagalvan.com .