El ser humano es inteligente y tiene voluntad. Razón y corazón marcan la diferencia de la existencia humana. Cada historia es personal y única. Por esta razón, cada persona debe desarrollar su propia autonomía en la toma de decisiones para vivir de acuerdo a un criterio interno.
Toma tus decisiones
Es positivo contar con la opinión de personas cercanas cuando se trata de deliberar sobre un asunto muy importante que puede tener cierta trascendencia en tu vida. Sin embargo, esas opiniones son una herramienta de apoyo que no tienen que condicionarte de una forma negativa en tu elección final. Eres tú quien tienes la última palabra.
La libertad personal
La libertad es uno de los bienes más importantes para un ser humano. Pon en práctica el uso de tu libertad individual siendo capaz, incluso, de luchar por aquello que de verdad deseas aunque no lo compartan tus más allegados. Por ejemplo, existen personas que optaron por una carrera profesional en contra del criterio paterno. Recuerda que en cada paso que das está en juego tu propia felicidad. Es un riesgo que niegues tu propia esencia.
Tómate un tiempo
La prisa es la peor consejera cuando se trata de tomar una decisión importante. Tómate tu tiempo para pensar las cosas con calma y para valorar qué quieres hacer en tu vida. No por llegar antes a un punto vas a ser más feliz. Conviene hacer balance de los riesgos y de los posibles obstáculos.
Para reflexionar sobre un tema puedes practicar la meditación y también, utilizar la escritura como una herramienta terapéutica.
Busca respuestas
Cualquier persona se hace preguntas sobre temas importantes de la vida. No te acomodes y busca respuestas a esos grandes interrogantes que marcan tu vida de una o de otra forma. Puedes dialogar incluso, con los grandes escritores a través de sus libros.
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