Uno de los ingredientes, mundialmente reconocido, que compondrían la felicidad es la salud; surge una incógnita: ¿La salud nos da la felicidad, o la felicidad nos aporta salud? Intentemos esclarecer esta duda y saquemos algo provechoso que nos pueda llevar a sentir verdadero amor por la salud.
Según la OMS en su definición de salud de 1946: "es el estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de infecciones o enfermedades ligeras, fuertes o graves, en armonía con el medio ambiente".
Esta es una buena definición de lo que es la salud física, es decir de nuestro cuerpo. Pero veamos otras afirmaciones de grandes científicos:
"La salud se mide por el shock que una persona pueda recibir sin comprometer su sistema de vida. Así, el sistema de vida se convierte en criterio de salud. "una persona sana es aquella que puede vivir sus sueños no confesados plenamente"... Moshé Feldenkrais.
"La salud es principalmente una medida de la capacidad de cada persona de hacer o convertirse en lo que quiere ser"... René Dubos.
Estas afirmaciones dejan claro que la salud no sólo se compone de la parte física de nuestro cuerpo, sino que existe otra parte que debemos cuidar: la mental. Esta otra salud es la gran desconocida para la mayoría de los mortales e incluso para la comunidad médica, ya que ni siquiera la OMS tiene una definición oficial para la salud mental. La diversidad de teorías, marcadas por las diferencias culturales de los expertos y de sus evaluaciones subjetivas provocan que sea muy difícil llegar a un acuerdo para definir mundialmente la salud mental, tanto es así, que la psiquiatría conviene en que la ausencia de un desorden mental reconocido, no es necesariamente un indicador de contar con salud mental.
La personalidad y la mentalidad de cada individuo, ya en la antigua Grecia, se relacionaban directamente con los orígenes y la naturaleza de las enfermedades. Platón enunciaba en alguno de sus tratados que la salud corporal o física conduce a la higiene mental, al mismo tiempo el buen estado mental predispone a un mejor estado corporal. Visto todo esto y leído mucho más de lo que iré hablando más adelante, llego a la conclusión de que la salud de nuestra parte interna no material, nuestra mente, es la gran olvidada de la era en la que vivimos, pues si bien es cierto que hay avances en psicología y psiquiatría, si los comparamos con el nivel y la importancia que se le dan a las investigaciones de enfermedades de caracter físico, veremos que se quedan muy atrás y están en clara desventaja.
Cada vez hay más literatura moderna que trata los temas, que antaño se consideraban tabús, acerca de las características desconocidas de la mente y del gran poder que se esconde en nuestro interior, tal es éste que incluso se habla del poder sanador de nuestra mente, capaz de curar y erradicar enfermedades físicas, ya sea por nosotros mismos, o por personas que hayan logrado desarrollar esta facultad mental. Lo único a tener en cuenta es que todos poseemos estas características mentales, que no usamos y dejamos en el olvido a causa de las enseñanzas y creencias que únicamente se centran en lo material y lo que se puede "ver" que nos ha inculcado la sociedad "moderna" y materialista en la que vivimos.
Me atrevo a decir que la felicidad es la que nos proporciona una exquisita salud física duradera, con lo que aparece una nueva pregunta: ¿Equivale felicidad a salud mental? este es un extenso tema que desarrollaremos en futuras entradas. Así que no lo dudes ni un momento, práctica cada día la relajación o meditación, para cuidar tu mente, llegarás a sentir verdadero amor por lo que se esconde en tu interior y que todavía no has podido disfrutar y ello a su vez te dejará poner amor en todo lo que hagas y pienses en tu vida, sobretodo en tu propio ser, no lo olvides.
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