Todos experimentamos conflictos personales de vez en cuando.
Una de las formas más proactivas para manejar las discusiones o desacuerdos es tomar un respiro y preguntarte: “¿Qué está tratando de enseñarme esta situación?”.
Los conflictos ocurren por una sola razón: Existe una lección que ambas partes tienen que aprender.
¡Es tan fácil distraerse!, pero la forma en que podemos sacar lo mejor de un momento es estar completamente presentes.
Intenta canalizar cada onza de tu ser en lo que sea que estés haciendo y con quien sea que estés interactuando, y fíjate si obtienes mejores resultados.
Al estar completamente presentes, podemos aprender de las interacciones y los frutos de nuestra labor son mucho más dulces.
Yehudá Berg